DE HOMENAJES Y RETICENCIAS
Hace poco la Fundación Juan Rulfo se retiró de la Feria del Libro y la Rosa de la UNAM debido a que se presentaba el libro de Cristina Rivera Garza Había mucha neblina o humo o no sé qué, al cual consideraban difamatorio del escritor. En la interpretación de ciertos clásicos modernos suele haber una pugna entre literalidad y alegoría: los herederos del legado y los intérpretes oficiales tienden a defender alguna noción de literalidad (es decir, una interpretación más o menos fija de la biografía y la obra), mientras que los lectores y otros críticos pueden optar por la libertad de la alegoría. En el caso de Juan Rulfo, esta pugna se agudiza por la hipersensibilidad de quienes administran su marca y su propensión a repartir admoniciones y condenas. Lo cierto es que el nuevo desplante de la Fundación benefició al libro de Rivera Garza con el prestigio de su satanización. Sin duda, el libro no es difamatorio: busca ser un homenaje personalísimo y hace acopio de materiales heterogéneos: acercamientos biográficos, críticos y pastiches narrativos. Compagina la biografía de Rulfo con la de la modernidad mexicana y lo define como engranaje de un progreso desigual ante el cual el escritor muestra una actitud ambigua; señala que la apertura de Rulfo a distintas artes lo vuelve un artista premonitoriamente experimental y destaca la deriva poética de su escritura. Estas ideas las salpica con un puñado de improvisaciones narrativas que evocan las atmósferas rulfianas.
Pese a su encomiable ánimo de libertad y novedad, el resultado efectivo parece muy pobre. Por ejemplo, para el acercamiento biográfico, la autora se remite básicamente a la exhaustiva cronología de Roberto García Bonilla sin mayor aportación propia; su caracterización del Rulfo experimental es poco original y un tanto forzada y sus intentos de ficción y demás pirotecnias abusan de la urbanidad de sus lectores. Queda la impresión de que el libro, más que configurarse, se rellena con retazos sacados del ropero. Por supuesto, lejos estoy de venerar las fronteras estrictas entre géneros; sin embargo, libros como éste ilustran la forma en que la interdisciplinaridad y el experimentalismo (reverenciados por cierta academia) son la coartada para saltarse procesos creativos y argumentativos, terminar más rápido los libros y entregarlos justo en la efeméride. En fin, entre pieles muy sensibles y simulacros críticos, se documenta el muy mediano nivel del debate literario.