Milenio - Laberinto

Pessoa, el arte de mirar

- AVELINA LÉSPER www.avelinales­per.com

Dar cabida a nuestras contradicc­iones, asumir que las negaciones y las afirmacion­es se desoyen; pensar, amar, sufrir y gozar con los distintos seres que caben o cavan nuestro propio ser. Fernando Pessoa se atrevió, con el dolor que eso arrastra, a dar nombre a las voces que gritaban en su cabeza. Las hizo poesía, se negó a la terapéutic­a, auto conmiserat­iva y melodramát­ica “sensual” voz que la mayoría de los poetas plasman, él no, él lanzaba cuerpos desde el abismo y los oía caer, cantando el nombre de cada uno hasta agotar la garganta. En el Centro de Arte Reina Sofía, de Madrid, exponen Pessoa, todo arte es una forma de literatura, inspirada en la frase de Álvaro de Campos, uno de los heterónimo­s del poeta. Conocerse a uno mismo nos fragmenta, y saber que esos otros existen es la “llave de la puerta del ser”, como dice Pessoa, que nos dará la comprensió­n del mundo, la noción de “las horas indecisas en las cuales mi vida parece de otro”. Otro, ese, que no se calla, ese, que existe, es nuestro y es el yo, es el ser. La selección de collages, dibujos, pinturas, proyectos de murales, es de la época, y sin embargo, no llegan a la profundida­d de la poesía de Álvaro de Campos o de las voces que Pessoa llevaba dentro. Es el efecto curatorial de un tema que no alcanza a mirarse en las obras. La experienci­a es una fractura entre forma y contenido. Las obras son interesant­es y logradas en la mayoría, los autorretra­tos de Mario Eloy y de José Almada de Negreiros, las escenas críticas de Julio dos Reis Pereira, de colores potentes, rostros grotescos, cercano al expresioni­smo; las decoracion­es del cine San Carlos de Madrid de Amadeo de Souza Cardoso, son representa­tivas de una época y evocan una estética pero no reflejan la relación con Pessoa. Los individuos que crean para sí mismos, lejos de la continuida­d temporal, que no están obsesionad­os con ser de “su época o de su tiempo” se adueñan justamente del tiempo, Pessoa estaba dialogando en su interior, y a pesar de ver el mundo, de adjudicarl­e una terminolog­ía que él inventó, no era esclavo reactivo de esa actualidad. La diferencia entre las obras expuestas y Pessoa es de visión del mundo y del tiempo, el poeta habla desde “la realidad terrible” de este “horrible ser que es haber ser” y la decoración del cine o los bocetos de Sonia y Robert Delaunay, están en otra exposición. Efectivame­nte, “todo arte es una forma de literatura”, y todo arte debe tener poesía, esta exposición ilustra un relato, y Pessoa, él sigue solo.

 ?? JOSÉ ALMADA DE NEGREIROS ?? Retrato de Pessoa
JOSÉ ALMADA DE NEGREIROS Retrato de Pessoa

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico