Milenio - Laberinto

Envejecer despacio

Cuanto más lejos estamos de la Tierra, el tiempo pasa con mayor rapidez

- GERARDO HERRERA CORRAL gherrera@fis.cinvestav.mx FOTOGRAFÍA ÖSTERREICH WERBUNG

El tiempo dejó de ser una categoría indefinida para ser algo que podemos llegar a entender

Si usted quiere envejecer a un ritmo menor evite las alturas.

Una consecuenc­ia curiosa de la manera como entendemos la fuerza de gravedad es que el tiempo transcurre a un compás diferente en regiones sujetas a más o menos intensidad de la gravedad. Si usted sube al techo de su casa envejecerá con mayor rapidez mientras permanezca arriba. Cuanto más lejos estemos de la Tierra que nos jala, más rápido transcurre el tiempo. Al subir, la fuerza de gravedad que actúa sobre nosotros disminuye y por eso el tiempo transcurri­rá con mayor velocidad.

La manera como entendemos la gravedad en la física moderna es a través de la Teoría General de la Relativida­d. Según ésta, el espacio y el tiempo se deforman en la presencia de cuerpos con masa como nuestro planeta. El tiempo no es pues algo constante. Se deforma como se deforman los cuerpos de plastilina.

Una persona que viva 79 años en la cima del Empire State Building, que tiene 380 metros de altura, perderá 0.000104 segundos de vida. Esto quiere decir que cuando cumpla los 80 años, para ella habrá transcurri­do una diez mil milésima de segundo más que para quien los cumpla habiendo vivido en la planta baja. Usted debe pensar que un efecto tan pequeño es despreciab­le —hay riesgos mayores al subir al techo de su casa que la posibilida­d de perder unas millonésim­as de segundo en la vida—, pero sí es muy significat­ivo para los que implementa­n en su celular el sistema de posicionam­iento GPS (por sus siglas en inglés: Global Positionin­g System). Para que usted pueda ver su posición geográfica en el celular, la señal de un satélite que se encuentra a 20 mil kilómetros de altura debe hacer la corrección necesaria. Los relojes del satélite se adelantan 45 microsegun­dos cada día, de tal manera que en tan solo dos minutos la señal sería incapaz de ubicarlo a usted con la precisión de metros que ahora le ofrece. Por eso es que el sistema de posicionam­iento que lleva en su bolsillo debe corregir continuame­nte por los efectos relativist­as; de no hacerlo, al día siguiente su localizaci­ón tendría un error de 10 kilómetros.

Marte es un planeta más pequeño que el nuestro y la fuerza de gravedad es tan solo dos quintas partes de la fuerza de gravedad que tenemos en la Tierra. Si bien es cierto que usted pesaría menos allá también lo es que envejecerá más rápidament­e que aquí. Sin embargo, la felicidad que le puede dar la disminució­n de su peso no debe ser opacada por el tiempo que transcurre con más velocidad. El efecto en el flujo del tiempo es tan pequeño que bien vale la pena vivir la considerab­le pérdida de masa que se contará en kilogramos. Yo, por ejemplo, cuando me lo solicitan, prefiero reportar mi peso en Marte.

Si Marte y la Tierra se formaron al mismo tiempo, hace 4.5 mil millones de años, entonces la superficie de Marte es 3 años más vieja que la nuestra debido a la dilatación temporal de la que estamos hablando. La verdad es que Marte se formó poco antes que nuestro planeta y por eso solo podemos decir que desde que se formó todo lo que habite en la superficie del planeta rojo ha pasado por más años que las piedras nuestras.

Si nos ponemos a pensar un poco en estas curiosidad­es, nos daremos cuenta de que podríamos usar tales efectos físicos para viajar al futuro. Esa ilusión eterna de los seres humanos por ver cómo serán las cosas en los tiempos por venir es teóricamen­te posible. Todo lo que tenemos que hacer es viajar a la estrella de neutrones más cercana y permanecer en su proximidad por un tiempo. Durante su estancia los días pasarán más lentamente mientras los eventos en nuestro planeta siguen su curso. Cuando usted vuelva verá cómo las cosas han cambiado… o no, si es usted mexicano.

Las estrellas de neutrones son objetos muy pesados, y muy compactos, cuando se las compara con estrellas de la misma masa. Su fuerza de gravedad es enorme y por eso el tiempo transcurre con lentitud en su superficie. Dependiend­o de su masa, el tiempo en la superficie de la estrella puede transcurri­r hasta en un 30% más despacio que en la Tierra. No será fácil salir de ahí cuando usted quiera ver lo que ocurrió con su familia durante su “pesado” viaje porque la fuerza de atracción gravitacio­nal puede ser millones de veces superior a la que experiment­amos aquí. La nave de regreso necesitarí­a alcanzar una velocidad de hasta un tercio la velocidad de la luz para poder escapar. Pero ignorando, por un instante, las dificultad­es técnicas, usted estará viajando al futuro. O, de manera más correcta, usted se habrá transporta­do al futuro más rápido que nosotros, que lo hacemos al ritmo del reloj en nuestra muñeca.

El astronauta que pasa seis meses en la estación espacial a 400 kilómetros de altura experiment­a, durante su estancia, una atracción gravitacio­nal menor a la que tenemos en la superficie terrestre. Por eso, cuando regrese, nosotros seremos 4 milésimas de segundo más viejos que él. La mercadotec­nia del turismo espacial podría promociona­r su servicio diciendo: “Viaje con nosotros para envejecer despacio”. En realidad, aquí entrará un aspecto más del que no hablaremos ahora: si usted viaja a gran velocidad el efecto en el tiempo puede contrarres­tar la dilatación temporal debida a la lejanía con la fuente de gravedad.

Estas son algunas de las propiedade­s del tiempo. Hay más y, aunque las hemos podido constatar y conocemos sus detalles con precisión, seguimos ignorando lo que es el tiempo. No contamos aún con una idea unificada; en el mundo microscópi­co, el tiempo se comporta de manera diferente a como lo hace en el macrocosmo­s.

En todo caso, para la Teoría General de la Relativida­d, el tiempo dejó de ser una categoría indefinida para ser algo que podemos llegar a entender. Según esto, el tiempo está inevitable­mente ligado a la materia misma que forma y deforma nuestro derredor. Y, no obstante, la Teoría General de la Relativida­d no es la última teoría. Debe haber una manera de describir al espacio y al tiempo que nos permita mirar el Universo en su totalidad.

La naturaleza del tiempo ha sido tema central de la física en los últimos siglos y lo seguirá siendo en los años por venir. Hemos avanzado mucho en su comprensió­n y a pesar del progreso seguimos sufriendo la consecuenc­ia más dramática del tiempo: que mata a todos los que lo estudian, no hace excepcione­s, no otorga indultos, no absuelve, no dispensa, solo parece fluir, aunque no fluye.

 ??  ?? Vista de los Alpes en Austria.
Vista de los Alpes en Austria.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico