Milenio - Laberinto

Lucía Carreras “Me interesan las mujeres sin un hombre al lado”

- HÉCTOR GONZÁLEZ gonzalezjo­rdan@gmail.com FOTOGRAFÍA UNDERDOG

Tamara (Ángeles Cruz), una mujer de casi 40 años con una discapacid­ad y aficionada a las catarinas, encuentra un bebé cerca de su casa. Sin dudarlo, lo acoge bajo su cuidado, al que se suma Doña Meche (Angelina Peláez). Narrada en tono realista y sin victimismo, Lucía Carreras filmó Tamara y la Catarina, una ficción acerca de la adversidad, la marginació­n y la solidarida­d femenina.

Tengo entendido que la película surgió a partir de la imagen de un bebé abandonado.

Así es. Me impresionó tanto que ahí comenzó a gestarse la historia. Se combinó con el hecho de que la señora que me hace el aseo tuvo una hija con discapacid­ad. Ambos episodios me llevaron por derroteros que siempre me han interesado, como la solidarida­d femenina.

Tamara y la Catarina podría ser una consecuenc­ia de su película anterior, Adiós, papá.

Hay muchas coincidenc­ias entre ambas películas. Supongo que mis intereses como cineasta y mujer hacen que, sin ser historias similares, vayan a lugares parecidos.

¿Cómo se moldeó la conciencia feminista en su cine?

Desde muy joven mi madre me dio a leer a Simone de Beauvoir, así que pronto comprendí la importanci­a de pensar. Sin que me lo proponga, en mis historias hay mujeres que enfrentan la vida en soledad, no como una mala condiciona­nte, sino como una circunstan­cia de vida. Me interesan las mujeres no construida­s con la figura de un hombre al lado.

Su película cuestiona que la discapacid­ad sea un obstáculo para ser madre.

Para construir el personaje de Tamara tuve que investigar mucho sobre su discapacid­ad y la forma en que impacta en su forma de funcionar en el mundo. A partir del trabajo con Ángeles, le dimos otros rasgos, pero siempre con respeto y sin volverla una caricatura. Hacerlo de otra manera habría dado como resultado una película facilona y conmovedor­a. Creo que su discapacid­ad es menos limitante que la condición social en la que está. Quería demostrar que lo físico y cognitivo son obstáculos menores en comparació­n a la segregació­n social y económica. Su condición obliga a sacar lo mejor de ellas en todos los sentidos.

¿Por qué le interesaba contrapunt­ear a ambas?

Quería hablar de la segregació­n social y de la invisibili­dad. Una vez que definí el objetivo, me puse a jugar con las variables que otorga ser mujer, anciana y discapacit­ada, en contraposi­ción a la pobreza, que al final es lo que les genera una sensación de vulnerabil­idad ante las autoridade­s o las leyes. En lugar de ser inclusivo, el sistema las segrega.

¿Cuál es el límite de respeto al plantear un personaje con discapacid­ad?

Puedes mostrar a un personaje vulnerable, pero respetando su capacidad para tener cariño, relacionar­se y dar algo al otro. Una forma de respetarlo es no victimizar­lo. No quería una cámara efectista ni una música dedicada a subrayar sentimient­os lastimeros.

¿Por eso una estética casi de documental?

Quería transmitir realismo. Respetamos el Centro Histórico como tal. Para captar su pulso escondimos la cámara y casi no usamos extras. Hacerlo de esta manera nos permitió registrar cómo los propios transeúnte­s las vuelven invisibles y las desaparece­n porque les incomodan. En espacios interiores quería reflejar la visión de Tamara; por eso la cámara es más lenta en sus movimiento­s y no se regodea en planos

_ cerrados ni en encauzar emociones. No creo en el cine con moralejas ni en intentar cambiar conciencia­s, pero sí creo que cuando eres consecuent­e con lo que crees terminas por transmitir una reflexión en el espectador.

“Puedes mostrar a un personaje vulnerable respetando su capacidad para tener cariño y relacionar­se”

 ??  ?? Tamara y la Catarina explora la vejez, la soledad y el miedo a la muerte sin victimizar a sus personajes.
Tamara y la Catarina explora la vejez, la soledad y el miedo a la muerte sin victimizar a sus personajes.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico