Mujeres y politica: ¡igual de corruptas que los hombres!
urante décadas, el discurso de género gana espacio en la política militante en México. Que si en los partidos deben existir iguales oportunidades para mujeres que para hombres, que si la paridad de género debe ser condición en las candidaturas a puestos de elección popular, que si las mujeres son garantía de gobiernos honestos y alejados de las corruptelas…
Sin duda resulta ridículo el número de mujeres que han incursionado en ese “exclusivo” y hostil “territorio varonil” de la política mexicana. Sin duda que se deben ampliar los espacios políticos y de gobierno para las mujeres.
Sin embargo, y a pesar del escaso número de mujeres que han incursionado en política, lo cierto es que los ejemplos visibles de mujeres gobernantes, jefas de partido o legisladoras derriban el discurso maniqueo de que las mujeres son y/o deben ser garantía de honestidad o de virtudes impensables de las que carecen el resto de la sociedad.
La terca realidad — en México y el mundo— se ha encargado de confirmar que las mujeres no son mejores o peores para gobernar; no son más o menos corruptas, más eficaces o menos capaces….
Lo cierto es que las mujeres de la política y del poder —igual que los hombres— están expuestas a las mismas tentaciones, ambiciones, manipulaciones, corruptelas y excesos que enfrentan al resto de los ciudadanos y, sobre todo, los políticos varones.
Y es que los vicios y virtudes de la política y del poder no respetan edad, sexo, condición social o títulos académicos. Los demonios de la política y del poder — como la corrupción, la ratería y la ten- tación de enriquecimiento ilícito— atacan por igual a hombres que a mujeres. ¿Lo dudan? Van algunos casos. 1. Delfina Gómez, la candidata de Morena al gobierno del Estado de México, resultó “toda una fichita” y hace poco reconoció que durante su gestión como alcaldesa de Texcoco desvió 10 por ciento de la nómina de los empleados del ayuntamiento. A pesar del escándalo, la izquierda militante guardó silencio.
2. Eva Cadena, quien hasta hace días era aspirante de Morena a una alcaldía en Veracruz, fue exhibida en videos donde recibe dinero para financiar su campaña y su partido. En un acto de cinismo la izquierda militante acusó de “trampa” — de poner un cuatro— la ratería.
3. Elba Esther Gordillo fue la presidenta del SNTE durante décadas y hasta fundó el Partido Nueva Alianza. Se presume que desvió más de 200 mil millones de pesos. Muchos dicen que es perseguida política.
4. María de los Ángeles Pineda Villa es la esposa del ex alcalde de Iguala José Luis Abarca, quien en 2014 ordenó la ejecución de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Actualmente se encuentra en prisión por delincuencia organizada y operación con recursos de procedencia ilícita. De no haber ocurrido el caso de los estudiantes, ella habría sido alcaldesa de Iguala por Morena. Nadie dice nada de la complicidad del patido con el crimen organizado.
5. Claudia Sheinbaum es la actual delegada de Tlalpan, en la CdMx. Desde hace décadas la persigue la sombra de la corrupción pues su esposo, Carlos Imaz, es uno de los principales ligados a los videoescándalos de Carlos Ahumada. Además ella es la responsable de la opacidad que permea todavía sobre la construcción del segundo piso del Periférico.
6. En el mundo no es muy distinto. Marine Le Pen, actual candidata del Frente Nacional a la presidencia de Francia, fue acusada por el desvío de al menos cinco millones de euros del Parlamento Europeo.
7. Michelle Bachelet es la presidenta de Chile y en 2016 fue relacionada con el caso de corrupción que señala a su hijo, Sebastián Dávalos, y su esposa, Natalia Compagnon, como parte de una red de corrupción.
8. Cristina Fernández de Kirchner fue la presidenta de Argentina — de 2007 a 2015— y actualmente se le acusa de narcotráfico, desvío de dinero, enriquecimiento ilícito… y hasta del presunto asesinato de su esposo.
9. Dilma Rousseff fue mandataria de Brasil hasta que fue destituida del cargo — en 2016— en medio de la crisis económica y de gobernabilidad que atravesaba su país y al escándalo relacionado con la petrolera Petrobras.
10. La infanta Cristina de Borbón, en España, fue acusada por cooperar y encubrir los delitos fiscales de su esposo, Iñaki Urdangarin.
11. Park Geun-Hye fue presidenta de Corea del Sur a partir de 2013 y hasta marzo de este año, cuando fue destituida luego de que se le acusara de tráfico de influencias y desfalco.
La corrupción no respeta sexo, edad, condición social o ideología. Y se equivocan los que crean que la Morena se salva.
Al tiempo.