Los alemanes dijeron que sí firmarían Tratado de Paz
Hasta entonces y después de tantos jaleos, y pues como no iban a firmar, si los tenían agarrados del pescuezo y de otras partes más pudendas
Esto después de que se pusieran a discutir y discutir, los delegados, el presidente Ebert y raza diversa germánica. No les quedaba de otra. Así que la delegación debía volver a Versalles y firmar.
En signo de protesta, porque no podría ser otra cosa, el gabinete alemán encabezado por el canciller Scheidmann renunció en masa. El canciller dijo que no renunciaba pero que le dejaba el lugar a quien no sintiera tanta vergüenza de firmar aquello.
Los belgas se inconformaban porque unos tratados de 1839, que tenían algo que ver con las condiciones que había, les afectaban notoriamente en lo económico, y pedían revisión de ese papel.
A la embajada británica en México llegaba información que aseguraba que Bretaña había sido nombrada mandataria de los asuntos mexicanos en Europa. También se informaba que esa información informativa no debía tomarse en serio, porque ahí lo más seguro era que quien sabe.
Por cierto que el ministro de gobernación Manuel Aguirre, anunciaba, y esto sí era verdad, que todos los migrantes que quisieran llegar a México tras la guerra serían bienvenidos. Nada más pedía que quienes llegaran se dedicaran a cosas lícitas.
Tras mucho deliberar, los panes esponjados iban a dejar de estar de moda en el DF. Ya no iban a ser medidos por volumen, sino por peso. Como en Europa y EU. Los panaderos se comprometieron a cumplir.
Un español se aventó un invento: una máquina que convertía la masa de maíz en harina. En harina de maíz, que se podía guardar conservada de mejor manera que los depósitos de maíz, que eran blanco de las ratas, de las de dos patas y las otras, las roedoras.
La niña Marta Méndez perdió a sus padres en la epidemia de influenza. Apareció en Eagle Pass, Texas; no tenía familia, y unos vecinos la habían recogido, pero en aquella ciudad se les perdió. Se enviaron comunicaciones a todo el país para ver si algún pariente iba por ella.