Nos quejamos de las secuelas, pero...
evisando los periódicos de la industria celebré muchísimo el triunfo del mexicano Michel Franco por su galardón a Las hijas de Abril en el festival de cine de Cannes. Luego, siguiendo el recorrido vi cómo, La Bella y la Bestia cruza los 500 millones de dólares solo en la taquilla de Estados Unidos, Fate of the Furious, la nueva de Rápido y furioso, pues, ha cruzado ya los mil millones de dólares (solo seis cintas lo han hecho) y Piratas del Caribe 5 navegaba al norte de los 300 millones en su primer fin de semana.
Así estamos empezando el verano cinematográfico. Una vez más demostrando que las secuelas son lo más cercano a una apuesta segura en Hollywood y nada, ni la crítica ni el deseo de buscar cosas nuevas ni las ganas de crecer como seres humanos expuestos a distintas experiencias e historias, parece estar cambiando eso.
Así que es hora de hacernos esa pregunta difícil. Si a ustedes les dan a escoger ver la película premiada en Cannes de Michel Franco o ver una más de piratas, coches o superhéroes, ¿por cual se irían? No es juicio. Nosotros somos los primeros responsables, como la parte a la que le toca narrar las particularidades de esta industria. Y jamás olvidaremos que los presupuestos para competir en publicidad de las películas recién mencionadas son decenas de veces más nutridos que todo lo que un director como Franco tiene para toda su película. Pero sí me obliga a hacerme la pregunta y de paso a ustedes. ¿Tenemos derecho a quejarnos de que las secuelas sigan dominando al mundo? Asegurando un rato de entretenimiento (en la mayoría de los casos) sin duda, ¿pero siendo completamente olvidables? Más allá de los fans extremos, ¿alguien distingue una de la otra cinco minutos después de haber tirado lo que quedó de las palomitas?
Sin embargo, una gran historia. Una magnífica historia que vaya más allá de los efectos especiales, la velocidad y las súperbatallas (para mí siempre iguales) puede cambiar nuestra perspectiva para siempre. ¿Cuántas nos habremos perdido por ver secuelas?
¿En serio?
Sin meternos en quién dijo qué o en partidos políticos (porque francamente a ninguno de los personajes que brotan del Estado de México lo contrataría de asistente de villano en un cortometraje clase B) pero ¿es en serio que por ahí proponen salario rosa a las amas de casa? ¿Rosa? ¿Es burla? Pensé que era burla cuando hicieron eso con los taxis. Pero ¿de verdad creen que las mujeres somos tan rudimentarias que vemos el color más cursi del espectro y decimos: “Ya me vi”. ¿Quieren el voto femenino? Sepan que esas mujeres a las que le hablan son todo menos las cosas tiernas, dulces, suaves y absolutamente cursis que siempre se relacionan con ese color. ¡Qué cosa!