Huele a alternancia
Ayer tuvimos en Coahuila al igual que Nayarit y el Estado de México, elecciones a Gobernador, sin tener los datos finales, me atrevo a decir que serán las elecciones más copiosas en la historia del Estado, que era del 62% en 2011 y sin tener los resultados, aquí huele a alternancia
La gente salió a ejercer su derecho al voto, que aunque si es obligatorio, no hay pena para quien no participa. Fue una fiesta, se sentía en el ambiente, aunque no faltaron los prietos del arroz, que si los acarreos, las dadivas, la compra de votos y todo eso de lo que estamos acostumbrados cada elección.
Sin embargo una vez pasada la elección y la euforia, quien haya ganado oficialmente la elección, tiene enfrente un compromiso gigantesco, el populismo y autoritarismo, tienen al Estado en terapia intensiva, no tiene margen de maniobra, además la criminal deuda consume cantidades gigantescas de recursos, más de trescientos millones de pesos solo de intereses al mes. La corrupción está a todo lo que da. Todo lo anterior fueron los disparadores para que la gente saliera a votar en la forma que lo hizo, estamos hartos de tanta prepotencia y despilfarros, que tendrán que ser eliminados de facto, gane quien gane.
En el ambiente nacional los gobernadores están muy señalados por la poca o nula transparencia y muchísima corrupción, ejemplos sobran, empezando por Coahuila, que ha sido un referente en la prensa nacional durante ya varios años.
Por otro lado y sin menospreciar la generación de empleo que ha habido en el Estado estos años, estos ahora tendrán que ser de mejor calidad con mejores niveles de sueldos, se tendrá que ahora sí, convertir a Coahuila en un estado con energía, aprovechar el gas shale que tenemos en el subsuelo para extraerlo de manera responsable aprovechando la reforma energética y que decir, alinear los planes de crecimiento al nuevo Tratado de Libre Comercio con Norteamérica.
Los retos no son fáciles, pero serán más manejables con un amplio apoyo popular, sabemos según las encuestas, que más del 80% de los ciudadanos quieren un cambio, por lo que necesariamente, el nuevo gobernador tendrá que gobernar para todos, no solo para sus cuates.
Eso es lo que necesitamos, Coahuila no puede ser de unos cuantos, es de los Coahuilenses.