La marimba, fácil de entender, afirma Le Yu
Hoy a las 20:00 y mañana a las 12:00 en la Sala Nezahualcóyotl, la Orquesta Sinfónica de Minería tendrá como solista invitado al percusionista chino Le Yu, quien tocará la Rapsodiaprisma, obra para marimba y orquesta de la compositora japonesa Keiko Abe. También serán interpretadas la Sinfoníanúm.2, de Robert Schumann, y la obertura de El holandéserrante, de Richard Wagner.
Le Yu dice a MILENIO que, aunque radica en Londres desde hace varios años, viaja con frecuencia a su tierra, donde hay un interés creciente por la marimba. “Todos los veranos voy a China, y en los concursos de percusión veo a muchos músicos que tocan la marimba. Se está volviendo un instrumento más conocido y está en el proceso de volverse más popular”.
Su interés por las percusiones nació 16 años atrás, cuando vio una gala de música en televisión y lo que llamó su atención fueron dos músicos que tocaban los tambores. Le dijo a su padre que quería ser músico, y le compró una batería. Después pidió ser percusionista profesional. Su maestro le explicó que ser percusionista implicaba tocar muchos instrumentos, no únicamente tambores, sino timbales, platillos, maracas, campanas, triángulos, etcétera. Así fue como se encontró con la marimba.
El músico, que cuenta con el apoyo del Consejo de Artes de Inglaterra en calidad de Talento Excepcional y es artista honorario asociado del Royal Northern College of Music, explica que “con la marimba puedes hacer grandes melodías, y la gente capta lo que le quieres decir. Es un instrumento fácil de entender, sobre todo ahora, con esos tonos del iPhone que vienen de la marimba”.
Al explicar Rapsodiaprisma, el percusionista indica que se inscribe en el lenguaje de la música contem- poránea, con una identidad japonesa. “Sin embargo, la gente entenderá lo que la compositora quiere decir. Al principio utilizo seis baquetas, luego cuatro y después dos, lo que es un desafío para el marimbista”.
Le Yu indica que tocar con una orquesta es muy diferente a cuando se presenta solo. “Tocar solo me permite tocar gran variedad de instrumentos y escoger las piezas que quiero que el público escuche. Pero, con la orquesta... Imagínate: hay un centenar de personas que te acompaña, lo que es algo muy especial. Además requiere menos esfuerzo de mi parte, mientras que una presentación solo requiere de mucha energía”.