Entre carcajadas y herejías, ayer fue recordado Rius
Con una jocosa oración fúnebre fueron despedidas las cenizas del caricaturista, que descansarán en su casa en Tepoztlán, Morelos
Entre risas, carcajadas, recuerdos y herejías se realizó ayer el homenaje póstumo a Eduardo del Río, Rius, quien falleció el pasado martes. Su despedida en el Museo del Estanquillo/ Colecciones Carlos Monsiváis no podía ser de otra forma, sobre todo porque, según Rafael Barajas, ElFisgón, el caricaturista siempre fue un rebelde que, mediante sus trazos y sus historietas, enseñó a muchos a pensar, a ser libres, a cuestionar y a que se rieran de sus propias tragedias.
Barajas dijo que “Eduardo del Río se ganó su entrada al paraíso, a pesar de que nunca tuvo muy buenas relaciones con Dios. Antes de terminar la primaria fue inscrito en un seminario religioso. Tras un severo adoctrinamiento, se hizo severamente ateo y, de hecho, escribió ElevangeliosegúnSan Garabato”, comentó.
Ante decenas de personas que acudieron al recinto a evocar a Rius, entre quienes estaban Lidia Camacho, directora del INBA, y Eduardo Vázquez, secretario de Cultura de la Ciudad de México, ElFisgón dio lectura a su humorística oración: “En un principio era el caos, pero luego llegó Rius y la cosa se puso peor. El primer día vio que la luz era buena, y separó a la luz de las tinieblas y nos dejó a todos en ellas. En el segundo día, Rius creó los valles, los ríos, San Garabato, el estado de Cucuchan y anexas; el tercer día creó las plantas, las lechugas, los chayotes con crema y los nopales con epazote”.
Las carcajadas no cesaban, pero aumentaron cuando se escuchóque ElFisgón dijo que “al cuarto día Rius creó a los animales, a las iguanas, a los sapos, a los diputados, a los Azcárraga, padre e hijo; a los Hank, padre e hijo; a Carlos Salinas (ese es solo hijo); a Marcial Maciel, a Vicente Fox, a Martha, a Felipe Calderón, a los hermanos Bribiesca, a Jesús Ortega, a Enrique Peña Nieto, a Luis Videgaray y todo tipo de alimañas”.
Sin hacer pausa, Barajas continuó con los preceptos del caricaturista recién fallecido, y tras enunciar qué hizo en los días subsecuentes, destacó que en el octavo día, ya harto, en lugar de ponerse a descansar como Dios manda, “Rius creó la herejía, y entonces doña Eme salió y dijo: ‘¡Rius! ¿quién es Rius? ¡Rius no existe!’”.
Con el mismo sentimiento, los caricaturista Rapé y Kemchs, al igual que su editor, Ariel Rosales, recordaron momentos chuscos de la vida y trayectoria que con mucho humor vivió Eduardo del Río.
Citlali, la hija de Rius, estaba en primera fila, atenta a cada palabra de los participantes en el acto dedicado a su papá, a pesar de que siempre rechazó estas ceremonias: “Mi papá me dijo que el mejor homenaje era leer sus libros, y creo que tiene razón: él dejó un legado muy grande, fue un maestro para muchos”, expresó ante las cenizas del caricaturista.
Añadió que este adiós no hay que verlo como el final, “porque entonces algo está mal y no estamos entendiendo nada: ¿qué hacemos nosotros con todo lo que pensó que era importante? Pues no debemos dejarlo solo en un libro colocado en un estante, pues terminaría siendo un objeto”.
Citlali agradeció a quienes acudieron al acto: “Me parece muy bonito que haya venido tanta gente a su homenaje; quiero decirles que no se pongan tristes, él no quería que lo estuvieran”.
Posteriormente se informó que las cenizas de Rius descansarán en su casa en Tepoztlán, Morelos.