Mademoiselle Paradis rescata la historia de la pianista ciega
La realizadora Barbara Albert la descubre ahora en un filme que muestra los difíciles días en que la protagonista recuperó la visión
cariño que a las torturas sufridas hasta entonces, y Paradis comenzó a ver. A medida que contempla por primera vez seres vivos y objetos que su memoria había olvidado, comienza otra clase de tormento, porque comprueba que la vista frena su virtuosismo al piano.
Albert se planteó trabajar con una actriz ciega para dar “autenticidad” a su proyecto, pero el papel recayó finalmente en Maria-Victoria Dragus, una de las protagonistas de TheWhite Ribbon (2009), que aprendió a mover los ojos y el cuerpo —o a perder su control, como precisa Albert— con la colaboración de mujeres ciegas.
Dragus, nacida en Rumanía en 1994, ha viajado a San Sebastián con parte del reparto del filme, entre ellos Lukas Miko, que da vida al padre de Maria Theresia Paradis, actor que también trabajó con el autor de Amour (2012).
Dragus logra una gran interpretación en este filme de cuidada dirección artística, donde el universo de la protagonista se muestra en bellos planos que tienen como fondo el papel pintado de su dormitorio o el fresco de paisajes exóticos de la habitación del piano. “Esos papeles existían, y los reconstruimos y pintamos como un símbolo del mundo interior de ella”, de una chica que a veces “se convierte en alma salvaje” y que otras, explicó la directora, “no se permite liberar sus sentimientos”.