Ludert y Rul proponía la llegada de más migrantes
Él era el presidente del comité de artículos de primera necesidad en la capital del país, se decía que aquello ya era un asunto muy discutible
Al señor Ludert y Rul que era el presidente del comité de artículos de primera necesidad en la capital del país, se le ocurrió proponer la llegada de migrantes europeos. Aquello era muy discutible. Y como siempre, se nombró una comisión especial para dilucidar el caso.
En las estadísticas de los censos de población, el único año en el que hay un descenso en México es 1920. Murieron tantas personas en la Revolución, que no bastó con que los mexicanos fuéramos cachondos por naturaleza. Pero para entonces esto aún era desconocido.
Se consideraba estudiar esa posibilidad, porque el deseo era que los migrantes trajeran nueva vida al campo nacional, que languidecía. Se planteaban problemas de discriminación; no hacia los europeos, eso casi nunca pasa, pero los estímulos siempre y desde entonces, se preponderan hacia los de fuera.
Aparte el país no se ha caracterizado por ser precisamente tolerante. Los chinos eran expulsados de Chiapas; agredidos en Sonora y Sinaloa. Se hablaba de que bueno, sí podrían venir razas de las más finas y que habría que permitir llegada de otras igual de vigorosas y asimilables, sin decir naciones, de oriente, de Asia, del Mediterráneo.
Seguían las negaciones a firmar las conferencias de paz. Los delegados austriacos informaron que desaprobaban rotundamente las condiciones de paz que habían impuesto los aliados a la ex monarquía. Y para no variar, las potencias dijeron que si era necesario, se iba a recurrir a medidas extremas para que firmaran, pos estos.
En EU la prensa seguía escandalizando con el asunto de quienes cruzaban de allá para acá la frontera por el rumbo de Tamaulipas. Ya estaban hartos de que los ciudadanos de allá fueran tan maltratados por los malandrines de acá. Ya tendrían chanza de desquitarse.
Y se puso peor por entonces, porque en los círculos oficiales se aseguraba que tanto Inglaterra como EU iban a hacerse cargo de la situación en México. Naturalmente con ingreso de tropas, porque además, el país estaba hecho un auténtico desastre. Como sigue a la fecha.
Acá a Torreón llegó el secretario de gobernación Manuel Aguirre Berlanga, y unas dos mil gentes aprovecharon para manifestarse en contra del presidente municipal Eduardo Guerra. A los presidentes municipales locales eso no les gusta, así que Guerra intentó que los revoltosos fueran disueltos por la fuerza de las armas.
Algunos corrieron porque los policías cortaron cartucho. Pero el secretario dijo que tomó nota del asunto y escuchó a las gentes que le hablaron de cómo iba la cosa por acá. Eso sí, asistió a una fiesta cena baile agasajo, que le prodigó Guerra al invitado en su lujosa vivienda.
Un profesor de la ciudad mandó una carta pública para hablar de la situación que ellos también padecían. Guerra les quería descontar el pago de una decena de abril. Los docentes firmaron cartas, pero se detuvieron cuando el presidente municipal les dijo que siempre no. Pero para entonces, ya los habían despojado del salario correspondiente a las vacaciones y sin previo aviso.