Afectada: “sentí de cerca la muerte, pensé que me iba a morir”
Mayela Chacón, vecina del sector, señala que para las autoridades todo está bajo control
Las lluvias de las últimas horas mantienen en jaque a los vecinos de varias colonias de Torreón, pues tienen que soportar los brotes de aguas negras a las afueras de sus viviendas o encharcamientos que no les permiten transitar libremente.
Milenio La Opinión Laguna realizó un recorrido por algunos sectores habitacionales del norte y el suroriente de Torreón para confi rmarlo.
En el caso de Residencial del Norte hay vialidades que siguen inundadas como la Calzada de La Química, donde el agua de las lluvias está mezclada con la que brotó de las alcantarillas y genera olores fétidos que sus vecinos dijeron no soportar más, sin embargo la autoridad no hace nada al respecto. “Se inunda totalmente y en estos últimos dos días el agua llega hasta las cocheras. Esto nos deja incomunicados y hay veces que ni queremos estar en las casas porque adentro se penetra más el olor”, dijo Mayela Chacón, una de las inconformes.
Recordó que al llamar a las autoridades municipales para reportar el brote de aguas negras nada más le dijeron que todo estaba bajo control y que trabajaban en puntos para solucionarlo, pero las calles que le mencionaron ni siquiera existen en la colonia. “Hablé dos veces a Protección Civil y me dijeron que todo está bajo control, pero les dije que seguramente mientras el alcalde no se ahogue”.
Otra de las colonias afectadas por las lluvias corresponde a El Obispado, donde aunque ya bajaron los encharcamientos e inundaciones persisten fallas en los drenajes de los domicilios. El deterioro en la carpeta asfáltica salta a la vista también. “Todo esto es agua de drenaje que huele horrible y viene el SIMAS a excavar a aquí. Eso tiene una semana así, pero todos los días tenemos problemas en las descargas porque no nos podemos bañar porque brota”, reclamó Irma Cantú al señalar una obra inconclusa en la avenida La Merced y De Los Jabones.
La afectada indicó que ya es costumbre que existan brotes de aguas negras.