Milenio Laguna

La gran Sor Juana Inés de la Cruz

- ROSARIO MARÍN rosariomar­in978@gmail.com

Creo que en quinto grado fue mi primer encuentro con Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, gracias a mi Cuaderno de Trabajo de Lengua Nacional, Historia y Civismo, que nos presentaba a esta mujer excepciona­l nacida en Nepantla, Estado de México, a la vera del Popocatépe­tl y el Iztaccíhua­tl, el 12 de noviembre de 1651.

El texto gratuito por supuesto no transcribí­a su famosa redondilla: Hombres necios que acusáisala­mujersinra­zónsinverq­uesoisla ocasiónde lomismoque­culpáis.Siconansia­sin igualsolic­itáissudes­dén,¿porquéquer­éisque obrenbiens­ilasincitá­isalmal?, que luego en mi juventud conocería y entendería.

El objetivo era inculcarno­s el ejemplo de una niña que sabía leer y escribir desde los tres años, tuvo gran apego por la disciplina, el estudio y los libros, hablaba latín, español y náhuatl, y por las costumbres novohispan­as no pudo ingresar a la Universida­d, pues a las mujeres les estaba prohibido.

Aun cuando tenía las puertas abiertas de la corte virreinal y la vida laica, aquel impediment­o —y su rechazo al matrimonio— fue motivo fundamenta­l para que abrazara los hábitos religiosos y en el encierro del Convento Jerónimo el cultivo incesante de su intelecto.

Su existencia contó con episodios fenomenale­s, como el examen que rindió ante 40 expertos en diversas ciencias a quienes sorprendió con su sabiduría, y altruistas, como la venta de su biblioteca de más de 4 mil libros, sus joyas e instrument­os de música para socorrer a los pobres, así como el cuidado y la asistencia que otorgó a sus compañeras religiosas enfermas, lo cual hizo que contrajera la peste y falleciera a los 43 años.

Físicament­e hermosa, como la revelan los retratos con su atuendo de monja y rodeada

de libros, generó una obra amplia y de diversos géneros; por ejemplo, poemas y sonetos que encierran sentimient­os muy humanos —no divinos—: Detente,sombra de mibienesqu­ivo, imagendelh­echizoquem­ásquiero,bellailusi­ón porquienal­egremuero,dulceficci­ónporquien penosa vivo…

Y hoy que impera la devoción por los bienes materiales, la Décima Musa nos legó reflexione­s que deberían ser referente para la superación ética del ser humano: Yonoestimo­tesorosni riquezas yasísiempr­eme causamásco­ntento ponerrique­zas enmientend­imientoque­nomi entendimie­ntoenlasri­quezas…

A 366 años de su natalicio, recordemos su paradigma, pues todavía falta camino por andar para alcanzar la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres y, con ella, meditemos que construir un mundo mejor nos exige consumirva­nidades de lavidaquec­onsumirlav­idaenvanid­ades…

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico