Baic y Jac requerirán tiempo para que se conozcan entre las redes de proveedores
En su momento, Elías Massri, presidente y director general de Giant Motors Latinoamérica y de la marca JAC, comentó que uno de los mayores retos era ganar la confianza de los clientes, por ello la automotriz JAC llegó de la mano de la mexicana Giant Motors, en sociedad con Carlos Slim.
En esa línea, el analista Guido Vildozo, de la consultora IHS Markit, coincidió en que el mercado automotor mexicano es muy exigente y el proceso para incursionar es largo; para lograrlo con éxito se requiere un proyecto similar al que ocupó la coreana Kia Motors, la cual destinó una inversión de 3 mil millones de dólares para abrir su planta en Pesquería, Nuevo León. “Visualizamos que con producción espontánea de CKD va a ser muy difícil penetrar en el mercado mexicano de manera seria, ya que con el ensamblaje de 10 mil o 50 mil unidades no es lo mismo que llegar con una planta de manufactura como lo hizo Kia en Pesquería”, agregó Vildozo.
Enrique Dussel externó que las inversiones de las automotrices chinas como Baic y JAC requerirán tiempo para que se conozcan las redes de proveedores, clientes y relaciones laborales; hay que considerar que las empresas chinas comenzaron su proceso de internacionalización hace apenas 10 años, por lo que aún enfrentan errores.
La ventaja de China
A diferencia de México, en China su legislación obliga a que cualquier empresa extranjera que decida invertir debe ser con una participación 51 por ciento de ese país; de esta manera es como logró obtener el conocimiento y la tecnología para ensamblar sus propios vehículos.
En el top 10 de las ventas de autos en China no hay ninguna empresa privada o paraestatal; el principal productor de autos se llama Saic Motor Corporation (Shanghai Automotive Industry Corporation) propiedad única de la ciudad de Pekín.