La ópera para niños Hänsel y Gretel, en el Lunario del Auditorio
La idea es captar a un público infantil, pero los adultos también se divierten: directora
Engelbert Humperdinck (18541921) escribió HänselyGretel a sugerencia de su hermana, quien le pidió cuatro canciones para que las interpretaran sus hijos. El compositor expandió las canciones a una opereta y luego a una ópera. Estrenada en 1883, bajo la dirección de su amigo Richard Strauss, se convirtió en un éxito.
Esta “ópera de hadas”, como la llamaba su autor, forma parte de la temporada anual de ópera infantil que Arpegio Producciones Arte y Entretenimiento presenta en el Lunario del Auditorio Nacional. La temporada inició con Elbarberode Sevilla, de Gioachino Rossini, que se presentó en dos funciones el 4 de marzo, y concluirá el domingo 18 con dos funciones de Hänsely Gretel a las 13 y 17 horas.
Basada en la inmortal historia de los hermanos Grimm, la pieza incluirá la participación de los cantantes Norma Vargas y Beguidí Barjas en los papeles principales, Denise de Ramery como la bruja, Alberto Albarrán y Rosa Muñoz como los papás y Tutsil Romero como Sandmann.
De acuerdo con Sylvia Rittner, directora artística de Arpegio, “HänselyGretel es un clásico de la literatura universal, que en esta versión es transformado en ópera de manera divertida y llena de belleza musical. La historia de estos pequeños en la vida contemporánea, acompañada por la fascinante música del compositor alemán Engelbert Humperdinck, continua vigente porque pone al público ante las circunstancias comunes de la familia y los retos de los pequeños para aprender a cuidarse y encontrar la fuerza en su interior para afrontar dificultades”.
El proyecto de ópera para niños surgió hace nueve años, cuando Arpegio presentó tres montajes sin tener idea de cómo iba a funcionar. “Ahora ya somos una tradición en el Lunario —dice Rittner en entrevista—. Somos una compañía independiente que no cuenta con subsidios de ninguna clase, pero estamos comprometidos con este proyecto. Todos los integrantes trabajamos en otras cosas, pero en nuestra agenda están comprometidas las fechas para la temporada de ópera para niños”.
Rittner dice que se trata de un proyecto pionero que, de manera sostenida, pone la ópera al alcance de los niños. Arpegio Producciones, acota, “es una compañía de cantantes profesionales. Por ejemplo, Víctor Campos Leal, que es uno de sus fundadores, estuvo en una casa de ópera de Polonia y ahora está en Alemania. Patricia Santos, ganadora del concurso Ópera Prima, la voz de Bicentenario, vino de Europa el año pasado especialmente para montar Las hadas, de Richard Wagner”.
Ser parte del elenco de Arpegio, agrega la promotora cultural, “les permite estar cantando ópera, además de que se divierten muchísimo. Todos ellos son cantantes que tienen premios, nominaciones y un gran nivel. A los cantantes que están empezando les sirve mucho para montar un personaje, como fue el caso de Cassandra Zoé Velasco, quien participó en Laitalianaen Argel, de Rossini”.
Rittner explica que cada producción pone mucho cuidado en ofrecer una escenografía que capture la atención de los niños, lo que incluye la realidad virtual: “La idea es captar a un público infantil de los cinco a los 10 años, más o menos, que es el rango de quienes asisten a las funciones. Pero los montajes divierten también a los adultos”.