Fieles festejan el Domingo de Ramos en iglesia de Cristo Rey
En esta celebración el sacerdote bendice las palmas y dirige la procesión. Luego se comienza la Misa. Se lee el Evangelio de la Pasión de Cristo
Se llevó a cabo la Bendición de Ramos por parte del Obispo Emérito de la Diócesis de Torreón, José Guadalupe Galvan Galindo en la iglesia de Cristo Rey en donde pidió a los feligreses la aceptación de Jesucristo.
Explicó que cuando llegaba a Jerusalén para celebrar la pascua, Jesús les pidió a sus discípulos traer un burro y lo montó. Antes de entrar en Jerusalén, la gente tendía sus mantos por el camino y otros cortaban ramas de árboles alfombrando el paso, tal como acostumbraban saludar a los reyes. Los que iban delante y detrás de Jesús gritaban: “¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!”
Entró a la ciudad de Jerusalén, que era la ciudad más importante y la capital de su nación, y mucha gente, niños y adultos, lo acompa- ñaron y recibieron como a un rey con palmas y ramos gritándole “hosanna” que significa “Viva”. La gente de la ciudad preguntaba ¿quién es éste? y les respondían: “Es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea”. Esta fue su entrada triunfal.
Dio a conocer que la ciudadanía acudió a la iglesia con fé y con este domingo inicia la celebración de la Semana Santa “Esta fue la última semana en la que Jesús convivió con nosotros, recomendó a la ciudadanía aceptar a Jesucristo quien nos invita a ser acompañados por él en alguna pena cargando la Cruz pero con amor”, afirmó
Asimismo dio a conocer que La Misa se inicia con la procesión de las palmas. Nosotros recibimos las palmas y decimos o cantamos “Bendito el que viene en el nombre del Señor”. El sacerdote bendice las palmas y dirige la procesión. Luego se comienza la Misa. Se lee el Evangelio de la Pasión de Cristo.
Al terminar la Misa, nos llevamos las palmas benditas a nuestro hogar. Se acostumbra colocarlas detrás de las puertas en forma de cruz. Esto nos debe recordar que Jesús es nuestro rey y que debemos siempre darle la bienvenida en nuestro hogar. Es importante no hacer de esta costumbre una superstición pensando que por tener nuestra palma, no van a entrar ladrones a nuestros hogares y que nos vamos a librar de la mala suerte.