Trump, la posverdad y por qué razonar el voto
E l voto por Donald Trump en Estados Unidos en 2016 ha traído consecuencias que apenas empiezan a sentirse en México y el resto del mundo, y estamos lejos aún de conocer sus límites.
El Presidente de Estados Unidos hoy militariza la frontera y amenaza a nuestro país en vez de promover la inversión estadounidenses en Latinoamérica para apuntalar el desarrollo de la región y así frenar en alguna medida la migración.
En vez de propiciar el libre comercio en todo el mundo que favoreció por treinta años a las grandes empresas norteamericanas, emprende una guerra comercial contra China imponiendo aranceles de manera arbitraria.
Hace unas semanas con el mundo a punto de una guerra fría por la acusación de Gran Bretaña a Rusia de un atentado con químicos en suelo inglés, Trump retiró el respaldo al gobierno británico al despedir a su Secretario de Estado por declarar su apoyo a la Primer Ministro, dejando el conflicto a la deriva.
Llevó años al mundo académico y político llegar al modelo económico y político que permitió la estabilidad de la posguerra, al igual que el libre comercio fue sustentado por años de investigaciones antes de implantarse como modelo mundial, y hoy una persona toma decisiones a diestra y siniestra sin otra intención que generar emociones en los estadounidenses.
Así llegó a la Casa Blanca, con una campaña que logró sembrar en mayorías de su país un afán de cambio, estimulando emociones como el racismo, el miedo, el odio y el nacionalismo por medio de fake news y mensajes que producen creencias y supersticiones sin importar si son reales: la llamada posverdad.
Por ello elegir a personas serias y preparadas para el servicio público es lo que permite vivir en estados, ciudades y países con tranquilidad y progreso. Hoy quien desempeña un cargo público de ese nivel tiene que buscar los acuerdos y la conciliación y no sembrar el odio.
Ese tipo de campañas que ya vivimos en nuestro Estado nada abonan a una mejor sociedad, y pueden transformar mitos y miedos en decisiones reales con consecuencias desastrosas.