Mejora el BM perspectivas económicas para México
El organismo estará dispuesto a trabajar de cerca con las autoridades elegidas en el país, dice el economista para AL y el Caribe, Carlos Végh
El Banco Mundial mejoró la proyección de crecimiento económico para México en 2018, al pasarla de 2.1 a 2.3 por ciento, pero redujo de 2.6 a 2.5 por ciento la de 2019, en un contexto en que si bien el organismo no opina sobre cambios de gobierno, sí reconoce el efecto positivo de las reformas estructurales y la necesidad de profundizarlas. “El Banco Mundial no opina sobre las decisiones soberanas de los pueblos y estará dispuesto a trabajar de cerca con las autoridades elegidas, pero lo que sí puede decir es que a lo largo de los últimos seis años, México se ha embarcado en reformas como la energética, de telecomunicaciones, educativa y fi scal, que ciertamente habría que profundizar”, dijo el economista para América Latina y el Caribe del organismo, Carlos Végh.
Al presentar el estudio “Ajuste fiscal en América Latina y el Caribe: ¿costos en el corto plazo, beneficios en el largo?”, indicó que las noticias para la región son “excelentes”, pues luego de una desaceleración de seis años y una contracción en 2016, la zona creció 1.1 por ciento en 2017 y para 2018 y 2019 se esperan niveles de 1.8 y 2.3 por ciento, respectivamente.
El economista del Banco Mundial indicó que esta recuperación se explica por una mejoría en los precios de los commodities, el crecimiento robusto en China y Estados Unidos, la normalización de la política monetaria en la pri- mera economía del mundo que está procediendo de una forma gradual y por cierto progreso en las reformas estructurales.
Sin embargo, dijo que la única “nube negra en el horizonte” en la región, desde el punto de vista macroeconómico, es la situación fiscal, donde 31 de 32 países tuvieron un déficit.
Ante ello, indicó que es necesario hacer un ajuste, pues los persistentes déficits y los altos niveles de deuda pueden poner en peligro las conquistas logradas en la región en términos de baja inflación, reducción de la pobreza y la desigualdad, expansión de la clase media y el crecimiento inclusivo.
Frente a esa situación, puntualizó Carlos Végh, los principales desafíos para América Latina y el Caribe radican en preservar las mejoras sociales; fortalecer la inversión pública, especialmente la destinada a la infraestructura, y enfocarse en recortar gasto corriente, en particular el improductivo e ineficiente.
Explicó que con el objetivo de lograr una consolidación fiscal, es muy común en la región que se use a la inversión pública como una variable de ajuste, pues antes de 2007 los paquetes fiscales tenían 55 por ciento de recorte en la inversión pública y después de este año la cifra se elevó a 80 por ciento.
Añadió que el costo de recortar gasto en inversión pública o en transferencias es mucho mayor que el de recortar consumo público, por lo que se debería pensar en ajustes relacionados con el tamaño del Estado, pero no en programas sociales, pues de lo contrario habrá un impacto en el largo plazo.
Sin cambio FMI
El Fondo Monetario Internacional (FMI) mantuvo sin cambio sus previsiones de crecimiento para México, con respecto a la revisión hecha en enero, por lo que estima que en 2018 el país alcanzará un nivel de 2.3 por ciento y de 3 por ciento en 2019.
De acuerdo con el documento “Perspectivas de la Economía Mundial”, en México la implementación de ciertos aspectos de la agenda de reformas aprobadas hace unos años, tales como la energética, fi nanciera y de telecomunicaciones ha avanzado bien.
Por esto, sobre esa base se debe otorgar prioridad a las iniciativas que eliminarán las limitaciones clave de la inversión e impulsarán el crecimiento a mediano plazo, incluida la implementación de reformas dirigidas a combatir la corrupción y fomentar el estado de derecho, así como reformas del mercado laboral que ayuden reducir la informalidad.
Para la economía mundial, el FMI prevé un crecimiento de 3.9 por ciento, tanto en 2018 como en 2019, gracias al impulso de condiciones financieras acomodaticias y de la política fiscal expansiva en Estados Unidos. No obstante, se estima que 40 economías de mercados emergentes y en desarrollo crecerán más despacio en términos per cápita que las avanzadas, sin poder reducir las brechas de ingresos con respecto al grupo de países más prósperos.
Entre las vulnerabilidades para la economía mundial destaca que el apoyo al crecimiento que proviene de las políticas procíclicas, incluso en Estados Unidos, eventualmente tendrá que revertirse; y otros riesgos incluyen un cambio hacia políticas proteccionistas que dañan el comercio internacional y un empeoramiento de las tensiones y confl ictos geopolíticos. No obstante, para el FMI, hay avances alentadores hacia la integración comercial plurilateral.