El debate que se espera
El encuentro de hoy en Palacio de Minería potenciará la credibilidad, seguridad y confianza que los electores esperan de cada candidato: si su desempeño es bueno, su figura pública crecerá; si se equivoca, le tomará tiempo recuperarse
El debate es un excelente instrumento para la competencia política por el poder. Para unos es una actividad apasionantemente difícil. Para otros es la oportunidad para hacer alarde de sus capacidades oratorias y expresivas, así como del conocimiento de los temas de campaña.
Nadie está seguro de que el debate modifique la intención del voto de los electores; sin embargo, los que lo ven y escuchan normalmente ratifican su intención de voto y en ocasiones los indecisos pueden tomar una decisión. Lo cierto es que lo necesario es que el debate sirva para que los electores tomen una decisión informada y consciente. Votar es un derecho y una responsabilidad.
En el debate se enfrentan y confrontan civilizadamente los contendientes para contrastar sus propuestas, su imagen, su retórica y su elocuencia. Gana no el que ratifica sus preferencias, sino el que logra cambiar las percepciones anteriores; se hablará de temas que preocupan a los mexicanos, como impunidad, corrupción, seguridad.
El debate que organiza el Instituto Nacional Electoral (INE) para este domingo 22 de abril durará dos horas, suficiente para que el electorado conozca a los candidatos a la Presidencia de México. Pocas oportunidades tienen no solamente de ser vistos, sino de verdaderamente ser escuchados.
Los debates son parte del compromiso de los candidatos de dar a conocer su mensaje y su personalidad. Recientemente vimos los debates en las elecciones de Estados Unidos y Francia, que trascienden las fronteras. En este caso, millones de mexicanos que viven fuera de México por necesidad seguramente también estarán siguiendo el debate en el Palacio de Minería.
La expectativa que se tiene en el instituto es que los debates sean novedosos, con un formato ágil que permita el cuestionamiento directo de tres moderadores a los candidatos, para que los electores indecisos puedan evaluar con facilidad y decidir por quién votarán el 1 de julio.
Se espera de la candidata y los candidatos muchas propuestas, pero también que nos expliquen cómo las van a realizar. Ciertamente no podrían dar mucha información en tan poco tiempo, sino propuestas interesantes, no- vedosas y que también atiendan a las preguntas e indicaciones de los tres moderadores.
Seguramente se tendrán que dirigir a los casi 90 millones de electores de la Lista Nominal, donde poco más de 50 por ciento son mujeres, con 46.3 millones. Dirigirse a los jóvenes de entre 18 y 24 años que votarán por primera vez para presidente de la República, que son poco más de 15 millones y que sumados a los jóvenes que se encuentran entre 25 y 29 años representan casi la tercera parte de la Lista Nominal, y a los más de 150 mil mexicanos que participarán en la elección desde el extranjero.
Las emisoras de radio y televisión públicas están obligadas a transmitir los debates presidenciales, además de las redes sociales de Facebook y Twitter del INE; las concesionarias ya se han comprometido con la transmisión de los tres debates que habrá en este proceso electoral federal 2018. Es una buena noticia este signo de responsabilidad con el Estado mexicano que se debe valorar.
Contaremos con la presencia de tres moderadores, dos mujeres y un hombre, comunicadores que están siendo asesorados por especialistas en debates de Chile y Estados Unidos. Demostrarán seguramente su profesionalismo y compromiso con el público elector.
Se tendrá un debate con un formato dinámico, novedoso y abierto; el orden en el que la candidata y los candidatos presidenciales participarán fue por sorteo.
El debate tiene las características necesarias para potenciar la credibilidad, seguridad, legitimidad y confianza que los electores esperan de cada candidato o la candidata.
Si su desempeño es bueno, su figura pública crecerá. Pero si se equivoca o comete un error, o es exhibido por algún adversario o adversaria, le tomará tiempo recuperarse.
Seguramente este primer debate será importante para las campañas y para la participación ciudadana el próximo 1 de julio. Suerte para la candidata y los candidatos.