Bruselas intensificaron sus llamados a un alivio duradero de la medida
aluminio y al acero como un medio para presionar a los países para que ofrezcan condiciones comerciales más favorables, pero Malmstrom insistió en que la Unión Europa no puede hacer concesiones para obtener exenciones de medidas que considera ilegales. Dijo que las negociaciones comerciales solamente pueden ocurrir una vez que se elimine la amenaza de los aranceles, y que las discusiones deben ser para el beneficio mutuo.
Si bien los gobiernos de la Unión Europa le dan su respaldo, Alemania hizo énfasis en la importancia de presentar opciones para abordar las preocupaciones de Estados Unidos.
Una portavoz del gobierno alemán dijo que era “de particular importancia que la Unión Europea interactúe con Estados Unidos y lo siga haciendo”, y agregó que “una agenda comercial positiva debe desarrollarse en el interés de ambas partes”.
Ayer el gobierno francés llamó a la Unión Europea a “mantenerse unida” frente a la amenaza de los aranceles. “No hay motivos que puedan justificar que la Unión Europea sea sujeta a un incremento unilateral de aranceles sobre el acero y el aluminio”, dijeron Bruno Le Maire, ministro de Economía, y Jean-Yves Le Drian, ministro de Relaciones Exteriores, en un comunicado conjunto. “Francia y la Unión Europea son aliados de Estados Unidos. No somos la fuente del exceso de capacidad global del aluminio y el acero y respetamos plenamente todas las reglas de la OMC”.
En las últimas semanas Malmstrom estuvo en contacto con Ross para explorar las opciones para abordar los factores que irritan la relación entre Estados Unidos y la Unión Europea, con la condición de que cualquier conversación tiene que ser para “el beneficio mutuo”.
La Unión Europea indicó constantemente su disposición a discutir los problemas actuales de acceso al mercado en el interés “de ambas partes”, una vez que se elimine la amenaza de los aranceles, dijo la comisión.