Izquierda de AL protagoniza el 1 de Mayo
En un momento de cambio generacional en el poder, millares de personas marcharon este 1 de mayo en Cuba para apoyar al nuevo presidente Miguel Díaz-Canel, mientras en Brasil una manifestación respaldó al apresado ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva y en Caracas otra al muy cuestionado Nicolás Maduro.
Cerca de un millón de cubanos se reunió en la Plaza de la Revolución en su primer Día del Trabajo de la era pos Castro. Vistiendo camisa blanca y gorra de beisbol de la selección cubana, Díaz-Canel, quien asumió el poder el 19 de abril, llegó acompañado de su predecesor Raúl Castro a una abarrotada plaza.
Mientras en el sur de Brasil, muy cerca de la cárcel de Curitiba donde Lula cumple una pena de 12 años por corrupción, unos dos mil miembros de sindicatos y movimientos de izquierda se manifestaron coincidiendo con el Día Internacional de los Trabajadores. “Este es el primer 1 de mayo de los últimos 50 años en que Lula no está presente. Esto no es cualquier cosa”, dijo ante la multitud el diputado federal Paulo Pimenta, del Partido de los Trabajadores (PT) del ex mandatario.
En Caracas el presidente vene- zolano Nicolás Maduro pidió el voto para un nuevo mandato y ofreció acabar con lo que llamó “las mafias económicas”. “¡Denme 10 millones de votos y yo le pongo los ganchos a las mafias económicas!”, clamó Maduro, candidato a la reelección en los cuestionados comicios del próximo 20 de mayo, ante miles de partidarios que llegaron al palacio de Miraflores.
En Chile, la Central Única de Trabajadores (CUT), que reúne a la mayoría de los sindicatos del país, encabezó la manifestación que se desarrolló por la Alameda —principal arteria de Santiago— con pancartas, lienzos y tambores, y reivindicaron su demanda de “trato digno y un salario justo”.
Mientras en Buenos Aires, ollas populares, cortes de calle y cánticos contra el gobierno de Mauricio Macri protagonizaron las movilizaciones.
Partidos de izquierda, organizaciones sindicales y de los sectores más empobrecidos realizaron actos separados de conmemoración, aunque todos unidos por críticas al gobierno.