Carranza seguía siendo el Presidente de México
A pesar de ser perseguido por el nuevo gobierno, el cónsul Mena Brito decía que el coahuilense, por ley, seguía siendo el Mandatario
Lo anterior se dijo después de que el señor Venustiano Carranza huyera de la capital del país rumbo a la sierra poblana para esconderse de sus perseguidores, hombres del general Álvaro Obregón y del ex candidato a la Presidencia, Pablo Jiménez, desde los Estados Unidos.
Mena Brito aseguraba que mientras Carranza estuviera en territorio mexicano seguía siendo oficialmente mandatario nacional, esto según varios artículos citados en la nueva Constitución respecto a los presidentes electos.
Estaba confiado en que pronto estaría en las condiciones para volver a su cargo y de vencer a sus enemigos que en ese momento estaban tras su huella, además de recobrar el poder y la autoridad que parecía haber perdido, cosa que días después no pasarían.
Ante esta situación, se informaba que más de dos mil soldados carrancistas se habían rendido a discreción y entregado al gobierno luego de estar dispersos tras la huida de su líder.
Mientras tanto, luego de que varias líneas del ferrocarril tanto comercial como de pasajeros, se vieran afectados por semanas difíciles debido a los enfrentamientos revolucionarios, cada vez más se estaba normalizando el flujo ferroviario en las diferentes regiones del país.
El caso del tráfico ferroviario de Saltillo también se ponía en marcha, y con la apertura de esta vía, Torreón volvía a contar con todas sus líneas trabajando con normalidad, continuado así, como el principal centro ferroviario del norte de México.
Incluso el director general de las Líneas Nacionales, indicó que después de haber tomado Adolfo de la Huerta el cargo como jefe supremo del Ejército Liberal Constitucionalista, se había controlado la situación de los bandoleros que arruinaban las vías del tren y hasta las dinamitaban, por lo que en ese tiempo las cosas habían vuelto a la normalidad.
Tal como se había anticipado, todos los reos con delitos menores quedarían en libertad como parte de las medidas tomadas por el nuevo gobierno que estaba siendo encabezada por Álvaro Obregón.
Así, en la Comarca Lagunera 30 reos militares indultados fueron puestos en libertad por orden del jefe de operaciones en la región.
Sin embargo esto no venía sólo por el cambio de régimen, sino como una medida económica, esto porque se estaba gastando mucho dinero en la atención de los procesados, además servirían para prestar servicio al ejército, y así ayudarían más a la nación.