EL DIRECTOR ESTÁ EN MÉXICO INVITADO POR LA CÁTEDRA BERGMAN DE LA UNAM El cine, un instrumento de concientización: Deleau
Después de Mayo del 68, en Francia las películas “abordaron temas que antes era imposible de tocar, como las drogas o la homosexualidad”, dice
A50 años de Mayo del 68, Pierre-Henri Deleau, actor, productor, cofundador y director general de la Quincena de Realizadores en el Festival de Cine de Cannes, de 1969 a 1998, habló en entrevista sobre las condiciones bajo las que se dio este movimiento en el país galo y cómo impactó en la industria cinematográfica. “En 1968, en Francia, el desempleo era irrisorio, la sociedad se hacía cada vez más rica, el gobierno del general De Gaulle era respetado por doquier y de pronto la gente necesitaba otras cosas. Necesitaba ver hacia afuera, necesitaba soñar y todavía reinaba una especie de orden moral del siglo XIX”.
Deleau afi rma que “la gente quería libertad sexual, libertad para salir del academismo, para descubrir cosas nuevas. En Francia, el Mayo del 68 comenzó porque los hombres no tenían derecho de ir al edificio de las mujeres en la ciudad universitaria. Esta revolución empezó con una historia de sexo, después se volvió política”.
El también asistente de director viene a Ciudad de México como invitado de la Cátedra Ingmar Bergman para impartir la conferencia magistral “De la necesidad de lo inútil: el lugar del artista en la sociedad” el viernes 24 de agosto a las 17 horas en la Sala Carlos Chávez del Centro Cultural Universitario.
Deleau dijo que el cine no es una plataforma de denuncia política. Sin embargo, “eventualmente se puede convertir en un instrumento de concientización porque en muchos fi lmes se tratan temas que tienen que ver con problemáticas que envuelven a la sociedad y esto hace que se generen emociones que desatan la concientización de los ciudadanos”. El experimentado director de festivales de cine afi rma que este movimiento “hizo estallar a la sociedad que cinco años después abolió la censura. Fue entonces cuando se empezaron a abordar temas en el cine que antes era imposible de tocar, como las drogas o las relaciones homosexuales. El 68 fue un movimiento libertario y liberador, a partir de ese momento las cosas ya no podían ser tan rígidas como habían sido”.
La sociedad
Según Deleau, este golpe a la censura dio como resultado una nueva generación que empezó a crear en todas las direcciones, sin tabúes, lo que permitió que se prosperara de manera independiente. “La necesidad de lo inútil”, cuenta, es un poco como en el 68. Francia vivía bien. Nada los amenazaba, pero “cuando uno tiene todo termina por aburrirse. Si la sociedad fuera perfecta, ¿entonces de qué tendríamos necesidad? La sociedad necesitaría soñar, ¿y qué es lo que hace soñar al ser humano?: la pasión amorosa y el arte, es decir, el artista”. “Aunque, claro, en lo inmediato harían falta más hospitales, más médicos, más vacunas, pero a veces lo que parece más inútil de pronto resulta lo más necesario. Esa es la paradoja”, explica.
Ante la ola de violencia, pobreza y muerte en el mundo, PierreHenri considera que “el arte es una cápsula de descompresión social, un llamado al sueño. Entre más mal vayan las sociedades más tienen ganas de soñar y yo prefiero que las personas que se sienten atrapadas socialmente sueñen a través de la pintura, la música, el cine... a través del arte.”
El productor francés prefiere “que sueñen con la belleza que los saca de lo ordinario, en vez de que sueñen a través de la religión, que los vuelve totalmente cretinos”.