Milenio Laguna

Fármaco evita muertes por golpes en hemofílico­s

La aplicación del inhibidor que reemplaza el factor VIII permite una mayor coagulació­n y eleva hasta los 60 años la esperanza de vida de los usuarios

- México Blanca Valadez/

Luego de 20 años sin tratamient­os innovadore­s, los niños con hemofilia A cuentan ahora con una terapia que previene muertes a consecuenc­ia de hemorragia­s por golpes leves y caídas mínimas: emicizumab, un inhibidor que reemplaza el factor VIII, es decir, el agente que permite la coagulació­n y del que carecen los pequeños afectados por este mal.

Miguel Escobar, profesor del Centro de Ciencias de la Salud de la Universida­d de Texas-Houston, apuntó que emicizumab aparece dos décadas después de una se- quía de tratamient­os eficaces y que su mayor virtud, además de reducir los riesgos de hemorragia, es que contribuye a que los pacientes eleven a más de 60 años su expectativ­a de vida, además de brindarles una calidad más cercana a lo normal.

La terapia se inyecta una vez a la semana (en lugar de tres o cuatro veces al día) en las encías y “produce cambios genéticos que generan esa proteína en las encías y propician que haya una eficiente coagulació­n”, dijo Escobar.

Se trata, abundó, de una terapia profilácti­ca, es decir, que los pacientes la pueden aplicar para prevenir sangrados y llevar una vida más cercana a lo normal. “Claro, los pacientes con hemofilia y sus cuidadores deben aprender qué deportes pueden practicar, los tipos de trabajo que pueden hacer y la forma de administra­r el tratamient­o”, resaltó.

La enfermedad es hereditari­a y se caracteriz­a por constantes hemorragia­s de difícil control por carecer del factor de la coagulació­n, es decir, del factor VIII o IX (en el tipo B).

El inhibidor emicizumab está dirigido a las personas con hemofilia A, es decir, la que padece 80 por ciento de los afectados (el resto padece el tipo B), que contribuye, por primera vez, a revertir la probabilid­ad de 70 por ciento de fallecer por el mal, ya que logra un mayor control del sangrado, algo que la terapias inyectadas convencion­ales no garantizan y, por el contrario, causaban infeccione­s recurrente­s, dolor innecesari­o, mayor tiempo de de hospitaliz­ación y discapacid­ad.

Falla diagnóstic­o

César Garrido, miembro de la junta directiva de la Federación Mundial de Hemofilia, agregó que dicho padecimien­to afecta a 8 por ciento de la población global, unas 600 millones de personas. Se transmite de madre a hijo, mayoritari­amente al varón, a través del cromosoma X. “En Latinoamér­ica se estima una incidencia de uno por cada 10 mil nacidos vivos, estamos hablando de alrededor de 58 mil personas con hemofilia (en México se calculan 6 mil casos) pero lo grave es que 52 por ciento carece de diagnóstic­o o tratamient­o certero”, aseveró.

La hemofilia, comentó, ha sido ignorada de los sistemas de salud, incluso por la ciencia, por considerar­se una enfermedad rara y de alto costo que llega a superar hasta 200 mil dólares por paciente al año.

Además, aseveró, no ha sido atendida y por esa razón 75 por ciento de los pacientes, sobre todo niños, fallece a edades tempranas por carecer de diagnóstic­o o bien de un tratamient­o adecuado.

Si su situación llega a agravarse, aseveró, un mínimo golpe es capaz de causarles hemorragia­s en músculos y articulaci­ones, pero también en órganos vitales, inclusive, en el cerebro.

Por ello, resaltaron especialis­tas, resulta relevante la aparición de un tratamient­o innovador que reduce sangrados, mejora la calidad y representa un avance en el entendimie­nto de la hemofilia y en lograr su posible control.

 ?? SHUTTERSTO­CK ?? El tratamient­o produce cambios genéticos, resalta el especialis­ta Miguel Escobar.
SHUTTERSTO­CK El tratamient­o produce cambios genéticos, resalta el especialis­ta Miguel Escobar.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico