“Las armas deben ser el último recurso luego de la negociación y la diplomacia y el diálogo”
marco de la Guerra Fría, que querían soluciones militares a los conflictos de Centroamérica, y en el que comencé mi primer gobierno apoyando la iniciativa de paz del Grupo Contadora, donde estaba México conjuntamente y en el que no se logró el acuerdo”, sostiene.
El galardonado con el Nobel explicó que entonces se vio en la obligación de redactar un plan de paz para evitar la continuación de la guerra, ante la obsesión del entonces presidente de EU, Ronald Reagan (1981-89), por lograr una victoria militar sobre todo en Nicaragua, mientras que Rusia y el cubano Fidel Castro apoyaban las guerrillas marxistas en El Salvador y Guatemala, además del gobierno sandinista.
“Cuando se firmó el plan de paz a pesar de la negación de las dos grandes potencias, recibí el apoyo de la comunidad internacional. Me otorgaron el Nobel de la Paz no por haberla conseguido, sino para enviar un mensaje de que la iniciativa de paz de mi gobierno era lo correcto”.
El segundo tema en torno al cual gira el documental es el tratado de comercio de armas. Tras las guerras centroamericanas, miles de armas quedaron en manos de los ex insurgentes o de miembros del ejército, lo que provocó una generación perdida, causa de la violencia actual en esos países.
“Hoy tenemos a los guerrilleros convertidos en ‘mareros’ porque lo que tenemos son armas y eso es lo que causa esta gran violencia que tienen países como Honduras, El Salvador y Guatemala”.
Arias explica que la inversión “más perversa” es gastar en armas los escasos recursos de un país en vías de desarrollo.
“El mundo no necesita gastar 1.7 billones de dólares en armas y soldados, ni un presupuesto para el Pentágono de más de 650 mil millones de dólares porque las prioridades del mundo son otras”, explicó.
Sobre el mensaje que deja el documental, que se estrenó hace dos días en México, Arias afirmó que la principal enseñanza es que no todos los conflictos tienen que resolverse a través de las armas, y si hay voluntad, perseverancia y valentía alrededor de una mesa de negociación, se puede evitar el conflicto militar.
“Lo primero que piensan algunos, sobre todo Estados Unidos, es solucionar conflictos vía militar, como lo sucedido en Yugoslavia, como hoy en Siria o antes en Afganistán o Irak. El uso de las armas debe ser el último recurso después de haber agotado la negociación, la diplomacia y el diálogo”, concluyó. * Ex presidente de Costa Rica en dos periodos: 1986-90 y 2006-10.