Fujimori pierde indulto y termina hospitalizado
El fallo es una gran “victoria para las víctimas”, destaca la CIDH
La Justicia peruana revocó ayer el indulto humanitario que liberó al ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000) en diciembre pasado, cuando le faltaban cumplir 15 de 25 años de cárcel que se le impusieron por 25 asesinatos y dos secuestros agravados.
Con una orden de captura dictada por el juez Hugo Núñez, Fujimori, de 80 años, fue llevado en ambulancia a una clínica privada en Lima, donde recibió de la Policía Judicial la notificación correspondiente.
El magistrado declaró fundado el pedido de familiares de las víctimas “de no aplicación del indulto humanitario en favor de Alberto Fujimori”, que dictó el entonces presidente de centroderecha, Pedro Pablo Kuckynski (2016-2018), pues no reúne los requisitos básicos.
El médico de Fujimori criticó el fallo judicial. “Hay una indignación por lo resuelto por el juez, que ha cometido una injerencia en la decisión presidencial”, afi rmó Alejandro Aguinaga, agregando que “es un exceso para una persona que tiene 80 años”.
En este sentido, el abogado de Fujimori, Miguel Pérez, presentó ya una apelación para impugnar la anulación del indulto y la otra para pedir que su cliente permanezca en libertad mientras la justicia analiza su primer recurso.
En cambio, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) destacó que el fallo significa una gran “victoria para las víctimas y un paso adelante en la lucha contra la impunidad”.
Entretanto, grupos de derechos humanos se concentraron frente al Palacio de Justicia para expresar respaldo a la medida.
En junio pasado, la CIDH dispuso que el indulto a Fujimori fuera revisado por presuntos errores en el proceso y dio octubre como fecha límite para pronunciarse.
Cuando concedió el indulto, Kuczynski se acababa de salvar de que el Congreso lo destituyera por nexos con la constructora brasileña Odebrecht. Eso se logró porque un sector fujimorista encabezado por Kenji, hijo del ex mandatario, votó contra la destitución.
Pesquisas y testimonios apuntan a que Kuczynski y Kenji canjearon votos por el indulto, aunque se recurrió al pretexto de la salud.
Fujimori tiene problemas cardíacos y gástricos, depresión y lesiones en la boca de potencial cancerígeno. No obstante, médicos independientes afirman que ninguno de sus males tiene una gravedad que le impida estar en la cárcel.
Fujimori, fue condenado a 25 años de prisión por las matanzas de Barrios Altos y la universidad La Cantuta, perpetradas en 1991 y 1992 por un escuadrón de la muerte integrado por militares.