Crítica a lo nuevo de DoctorWho
fundamentales tanto a las personas que ven como a las que hacen la televisión.
Mensajes de esperanza, mensajes de qué hacer cuando todo el mundo dice que la televisión se está muriendo, de cómo reaccionar ante los cambios sociales, de cómo actual, ante las modificaciones en los hábitos y costumbres de los espectadores.
Y a todo esto, ¿está buena la nueva temporada de Doctor Who?
No, me temo que no. La nueva temporada de DoctorWho no está buena. Está buenísima, maravillosa, sublime.
Tiene todo el tema de la acción, de la adrenalina y de la ciencia ficción, pero también toda el involucramiento emocional, la dulzura, la pureza.
Yo, que he visto DoctorWho desde que nací, no daba crédito de lo que tenía ante mis ojos.
No es un cambio, no es un renacimiento, no es esa locura hollywoodense de extender las franquicias a lo tonto.
¡No! Es evolucionar, conservar la magia, alimentar los sueños de chicos y grandes. Es la mejor televisión del mundo. Punto. Por eso BBC es lo que es.
Prométame que lo va a mirar. Prométame que si no está suscrito a Crackle va a buscar toda la información para suscribirse y tener acceso a este material que se va a distribuir a un ritmo de un capítulo por semana para ir a la par de Reino Unido.
Yo lo único que le puedo decir es que hasta le van a dar ganas de llorar de la emoción de ver algo tan bueno, tan bonito, tan igual pero tan diferente.
¿Ahora entiende cuando le digo que de todo lo que va a pasar en estos días esto es lo principal? Nos vemos este domingo en Crackle con lo nuevo de Doctor Who. Le va a encantar. De veras que sí. Cuando vaya a Corea se va a volver loco con tantas opciones para ver y hacer pero hay algo que no le puedo dejar de recomendar porque son pocos los turistas que lo toman en cuenta: los palacios de noche.
Todos sabemos que Corea está llena de palacios ancestrales en perfecto estado de conservación, cada uno con su estilo, con muchos colores.
Por lo que más quiera en la vida, cuando los vaya a visitar pregunte si abren de noche.
¿Por qué? Porque algunas de estas legendarias edificaciones han sido trabajadas por las manos expertas de los coreanos con luces que potencializan su belleza.
En Gyeongju, por ejemplo, está el palacio Donggung, un conjunto de estructuras monumentales de madera construidas al lado de unos estanques bellísimos.
De día, el paseo es sensacional. Bueno, de noche, aquello se vuelve increíble.
Imagínese la exquisitez de esas edificaciones iluminadas con lo último de lo último de la tecnología coreana reflejándose en la oscuridad de los lagos.
Créame que es un espectáculo que jamás olvidará. Se lo recomiendo.