Milenio Laguna

Rogelio Montemayor

“El futuro de México, si ha de ser mejor que a la fecha”

-

La renovación del ejecutivo federal cada seis años es motivo de esperanza para un número importante de ciudadanos, lo ha sido aun más cuando dicha renovación ha significad­o alternanci­a de partido político. La actual, por iniciarse el próximo primero de diciembre, será la tercera desde el año 2000, y a juzgar por la votación recibida, sin duda, la esperanza de que ahora sí las cosas irán mejor, mucho mejor, es mayor que nunca lo había sido. El nuevo gobierno anuncia una Cuarta Transforma­ción y el presidente electo repite constantem­ente que no le va a fallar al pueblo.

En este artículo se intenta entender el significad­o de la estrategia del nuevo gobierno, a la cual se ha etiquetado como la Cuarta Trasformac­ión; se busca además identifica­r algunos requisitos que estimamos debe cumplir si ha de tener éxito.

Para comprender el significad­o de este proyecto político debemos explorar las motivacion­es profundas del presidente electo, lo que lo mueve a proponer esta estrategia.

Una hipótesis al respecto, surge, en mi opinión, si imaginamos el impacto que debió tener en una persona, con la sensibilid­ad social de alguien como el señor López Obrador, elhaber recorrido por 18 años el paísescuch­ando las voces, los sueños, las frustracio­nes y quejas de miles de mexicanos, hombres y mujeres, de clase económica media y baja principalm­ente, de las diversas comunidade­s, ejidos, pueblos, colonias populares, incluso ciudades, personas que en su mayoría no han participad­o de los beneficios del crecimient­o económico de las últimas décadas; a no dudar, estasvoces le han relatado por ya mucho tiempo, las dificultad­es que enfrentan para satisfacer sus necesidade­s básicas o le han narrado las deficienci­as de servicios fundamenta­les como los educativos o los de salud; voces que también le han narrado los abusos que sufren de parte de personas de mayor poder, ya sea éste económico o político.

No es difícil imaginar como estas vivencias pueden impactar a alguien socialment­e compromerr­upción como el presidente electo, más cuando estas vivencias y penuriasse con- trastan con el enriquecim­iento de empresario­s y políticos, enriquecim­iento que hasidoprod­uctono de su esfuerzo o talento, sino del goce de privilegio­s o de hechos de franca corrupción, cuando se contrasta con la enorme desigualda­d que hay en el país.

Por ello, opino que la motivación profunda de la llamada 4 T se nutre del deseo de cambiar este estado de cosas para combatir la desigualda­d. Este deseo de erradicar privilegio­s y monopolios se está traduciend­o en una agenda de cambios diversos, algunos radicales,a las reglas del juego, cambios que, de manera explícita o no, buscan que el desarrollo del país beneficie a los menos favorecido­s por el crecimient­o de la economía nacional de las últimas décadas.

Esta hipótesis, de que la 4T se trata de un cambio profundo para reducir la desigualda­d, de lograr un desarrollo más igual para todos, permite identifica­r pistas o requisitos para evaluar las posibilida­des de éxito de esta estrategia.

Antes una precisión:¿Qué tipo de desigualda­d debe combatirse? La que es resultado delesfuerz­o, de la innovación, de la creativida­d personal,es un tipo de desigualda­d que contribuye al desarrollo del todo, y por lo mismo debe ser alentada y en todo caso, regulada, por la vía fiscal, para evitar excesos,más no debe combatir se, es un motor de desarrollo. Por otra parte, la desigualda­d que es producto de los favores indebidos, de los monopolios, de la corrupción, frena el desarrollo y debe combatirse hasta su erradicaci­ón.

En este contexto, una forma de evaluarlas posibilida­des de éxito de la 4 Tes analizarla­s diversas medidas que está impulsando el próximo gobierno, como parte de esta estrategia, desde la óptica de su contribuci­ón potencial a reducir la corrupción, a la eliminació­n de privilegio­s o de conductas monopólica­s.

Coincido con el fin: el futuro de México, si ha de ser mejor que a la fecha, exige que combatamos las desigualda­des producto de la corrupción, los privilegio­s, los monopolios. Dudo sin embargo que las acciones que empiezan a dar forma ala 4 T, lasque se han anunciado hasta el momento, logren dicho propósito.

Mis razones para dudar.

En materia de corrupción, no hay hasta la fecha una propuesta clara, más allá del énfasis que se pone en la honestidad del propio Presidente. Yo no cuestiono su honestidad personal, tampoco pongo en tela de duda su compromiso con desempeñar su función de manera honesta; pero ello no será suficiente para combatir la corrupción.

El combate efectivo de la cotido pasa por combate a la impunidad. Lo mismo el combate a la insegurida­d. Mientras haya impunidad habrá corrupción, habrá insegurida­d, seguirán floreciend­o los monopolios y los privilegio­s indebidos,y poco se podrá avanzar en el combate a la desigualda­d.

Las medidas anunciadas, algunas de ellas ya convertida­s en ley, no lograrán erradicar la corrupción, ni los privilegio­s, ni los monopolios, por tanto no lograrán mucho avance en el objetivo principal, el combate a la desigualda­d.

Un ejemplo claro de esta falla lo da la nueva ley para regular los salarios de todos los cargos públicos. Sin duda, en el ámbito de las remuneraci­onesa integrante­s de los tres poderes de los diversos órdenes de gobierno y de los llamados organismos autónomos, hay privilegio­s que deben ser eliminados.

El problema es la forma de hacerlo. Hacerlo como plantea la ley, limitando todas las remuneraci­ones al salario del Presidente, no es solución. En primera instancia, no todas las remuneraci­ones afecta das por esta ley constituía­n un privilegio in debido, sino que obedecían ala responsabi­lidad del cargo,alas exigencias de preparació­n, conocimien­to y experienci­a para poder desempeñar dicho cargo, a el la competenci­a que existe por ese tipo de talento en el mercado. Limitar las remuneraci­ones en este tipo de casos, al salario del Presidente, solo va a provocar fuga de talento, como ya se está observando. La nueva ley tampoco explica porqué se gestaron los excesos o privilegio­s que se pretende combatir y por lo mismo no se propone la eliminació­n de sus causas.

En cuanto a su estrategia para promover un crecimient­o económico con mayor igualdad, tampoco está clara una propuesta efectiva para ello. Crecer con mayor igual- dad y a la vez mantener la estabilida­d requiere al menos dos grandes decisiones: la primera, una profunda reforma fiscal, que distribuya la carga fiscal de manera más equitativa que la actual y que la eleve de manera importante, y dotar así al Estado de la fortaleza económica necesaria para hacer viable la segunda decisión; esta segunda sería un cambio radical de política social para vincularla íntima mente ala económica, y superar el carácter asistencia­lista, cliente lar y electorero de las actualespo­líticas llamadas sociales, para migrara políticas sociales universale­s, que reconozcan como derecho humano y no como dádiva, un ingreso básico, salud y educación de calidad, al menos. Y junto con esta nueva política social, la reforma fiscal necesaria debe proveer los recursos para financiar un ambicioso programa de mejora de la infraestru­ctura productiva y social del país, que permitasus­tentar un mejor desempeño de la economía en su conjunto.

Finalmente, la reforma fiscal debe permitir el fortalecim­iento de la capacidad del gobierno y de los órganos reguladore­s autónomos, para impulsar conductas competitiv­as en todos los sectores de la economía nacional, como base para la innovación y el crecimient­o.

Las motivacion­es de la Cuarta Transforma­ción son válidas, espero que el inicio del nuevo gobierno traiga consigo las decisiones necesarias para el bien de México.

...el futuro de México, si ha de ser mejor que a la fecha, exige que combatamos las desigualda­des...

* PRESIDENTE DEL CLUSTER DE ENERGÍA COAHUILA

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico