Campeón en conflicto
Le salió barato al Santos su visita a Monterrey pues lo dejaron vivo y con oportunidad de voltear la situación. Juego agradable, propio de nuestras atractivas liguillas, conciencia para enfrentar el compromiso haciéndole honores a la victoria y sobre todo toques de espectacularidad. Al minuto 28, el partido pudo haber estado empatado a tres, y nadie se hubiera quejado con el árbitro. La vuelta está abierta a todo, incluyendo la eliminación de cualquiera de los dos.
El argumento sólido del partido lo propuso el hecho de tener que avanzar en buena lid. Los porteros destacaron, los avances con generación de buen futbol más las opciones claras y manifiestas de gol que los contendientes fabricaron son el testimonio de que lo agradable estaba presente. No hay reclamo alguno. Acertar o fallar ante el marco rival fue una confusa realidad que se manifiesta gracias al anhelo de ganar.
Acertar o fallar ante el marco rival fue una confusa realidad que se manifiesta gracias al anhelo de ganar
El golazo de Funes Mori acrecienta la buena vibra del espectáculo de Rayados pero lo que el campeón brindó, no lo debemos ignorar. El accionar individual de algunos laguneros se opacó a la hora crucial; situación que llega en mal momento porque el campeón está en apuros. Tales conflictos no le son ajenos al Santos. El torneo pasado vivieron una problemática peor y la supieron resolver a su favor. No desconoce este trance, saben qué implica y poseen la experiencia para solucionarlo a su favor.
Otra liguilla más que quita miedos y se ocupa en agradar porque está hecha para ser espectacular. Las novedades las ofrecen los jugadores y el sistema de competencia. Aquí, no caben los pusilánimes; es el espacio ideal para los de alma grande. Es otra ocasión para que el campeón se acuerde de que lo es, y se ocupe en volver a demostrarlo. La misión no es sencilla pero la tarea recuerda caminos ya andados. El campeón está en apuros.