Sin pena ni gloria
Termina un sexenio, Enrique Peña Nieto quien dirigiera al país, ahora deja la silla presidencial a su sucesor Andrés Manuel López Obrador. Peña Nieto se va sin pena ni gloria, deja un país en medio de la inseguridad, de una violencia extrema, sin crecimiento, con obras a medias y con inversiones que no convencieron a muchos.
Además, lo que sería la magna obra de su sexenio, el Nuevo Aeropuerto Internacional de México, terminará en un elefante blanco, al cual se le invirtieron millones y millones de pesos, para que al final llegara López Obrador y mediante una consulta disfrazada, dijera que la obra se cancelaría. A Enrique Peña Nieto lo persiguen muchos fantasmas, pero el que nunca se pudo quitar de encima es el de la desaparición de los 43 normalistas de la Normal de Ayotzinapa, en Guerrero. Estas desapariciones en el llamado
A Enrique Peña Nieto lo persiguen muchos fantasmas
caso Iguala, siguen todavía bajo investigación y de lo que su gente de la PGR había dicho, que habían sido incinerados en un basurero, todavía hay muchas dudas, por lo cual los padres de los 43 estudiantes, siguen en su búsqueda, ya que para ellos “vivos se los llevaron y vivos los quieren”. No cabe duda que tuvo muchos errores en su sexenio, como la invitación al mismo Donald Trump, ahora presidente de los Estados Unidos, la compra del avión presidencial y gracias a la experiencia de algunos funcionarios, logró salir adelante, con una muy baja aprobación de los mexicanos. En los últimos cuatro meses, el todavía Jefe de la Nación, realmente abandonó el barco, le dejó la iniciativa López Obrador, presidente electo, quien fue el que realmente tomó el control del país sin ser el Presidente de México, a tal grado le tumbó el aeropuerto, realizó giras y tomó decisiones, mientras que Peña Nieto solamente se encargaba de inaugurar las últimas obras de su sexenio. No cabe duda que EnriquePeñaNietosevasinpena ni gloria, dejando a México sumido en la inseguridad.