Bendita lesión de Furch
La famosa frase de “Quiéreme cuando más lo necesite aunque sea cuando menos lo merezca” servirá para reflexionar. El Santos de antier en el Estadio Azteca cumplía el par de sentencias que la frase poética señala. Necesitado y con escasos méritos. Así se presentó el equipo lagunero en la capital del país. La alineación inicial ofreció novedades, gracias a la ausencia de Furch. Ben- ditas lesiones que suelen aconsejar a los que toman decisiones. Se empieza con dos contenciones (Vázquez y Rivas) pero realmente en muchas ocasiones, Valdez estaba más atrás que el “Gallito”.
No dejó de ser una grata sorpresa lo cual, trajo un natural desconcierto que exigió todavía más a los laguneros quienes se supieron reponer al gol en contra para luego, cambiando el panorama, poder haberse ido al descanso ganando. Esto no sucedió gracias a una gran intervención de Corona a tiro cercano y colocado de Correa en jugada donde Rivas había participado a la ofensiva y haciéndolo muy bien. De hecho, Ulises tiene un papel importante en el primer gol verde porque, primero, de cabeza la cruzó al palo contrario; y luego de regreso la sirvió con sentido a Nervo para que la empujara con cuidado.
El segundo tiempo prometía porque el lapso inicial fue grato, sin miramientos ni ahorros. La sorpresa es que Santos recibió un gran regalo que Preciado aprovechó con sentido para darse confianza. Luego ,la visita pudo haber hecho su gol tres con claridad de Correa que prefirió comérsela solo. El sistema defensivo de Santos funcionaba bien. Los azules, proveniente de tiro de esquina, obligaron a Orozco a “meter la pata” para salvar su portería.
De nueva cuenta Correa la volvió a crear para desperdiciarse pero generaron gran peligro. Para concluir el partido, Santos tejió otra ya con Moreno en el campo. Gran triunfo que revitaliza a todos en lo colectivo y en lo individual porque aparecieron Rivas, De Buen, Preciado, Moreno y Arteaga. Obvio, el más reconfortado es Salvador Reyes. Esperemos que la afición también. Todo ello gracias a las diferentes atinadas decisiones y actuaciones debido a la lesión de Furch.
“Quiéreme cuando más lo necesite aunque sea cuando menos lo merezca”