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después de los primeros 100 días sin descanso, con actividades intensas y recorriendo el país hasta cinco días a la semana, Andrés Manuel López Obrador comenzó a bajar el ritmo de los primeros tres meses y hasta se ha dado el lujo de comer en casa con su familia.
Esta semana no tiene contemplada gira fuera de Ciudad de México, mientras que las largas jornadas de trabajo, que comenzaban antes de las 6 de la mañana y terminaban al menos 13 horas después, se han ido ajustando.