“¿’Juris’ en Diminutivo?”
“Juris” es el diminutivo utilizado por los estudiantes para referirse a su Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Autónoma de Coahuila. La ironía es obvia: en esas 5 letras resumen, en pequeño, la pomposidad de las generaciones de abogados embelesadas con un prestigio en franca decadencia.
Cito dos ejemplos. El grupo actual en el poder, con la aquiescencia del entonces secretario General de la UAdeC, Salvador Hernández Vélez, manipuló estudiantes y urdió una estrategia mezquina para correr al director Luis Efrén Ríos Vega.
No sólo despidió “al mejor director que ha tenido la facultad de Jurisprudencia”, según palabras de Antonio Berchelman Arizpe, “considerado una institución en Derecho en Coahuila”. También acabaron con generaciones de estudiantes que cursaban un nuevo plan de estudios de derecho reconocido por la Suprema Corte de Justicia como el mejor del país.
Y con ello, arruinaron su entrada como Facultad de Jurisprudencia al Siglo XXI.
Y optaron por quedarse pequeños; para abrazar una noción anquilosada del derecho y reforzar su amor por llamarse simplemente “Juris”.
La historia, sin embargo, generosa, les dio otra oportunidad para empequeñecerse aún más.
El pasado 8 de marzo, día Internacional de la Mujer, “un grupo de 15 alumnas se organizó para colocar una casilla de denuncias” e invitaron a sus compañeros a “exponer diversos actos de violencia sexual”. También solicitaron la frecuencia del hecho y la identificación del abusador; “catedrático, administrativo, compañero o alumno”.
Los siguientes resultados fueron abiertos ante un catedrático experto en derechos humanos y violencia de género: “Una violación, 1 intento de violación, 2 abusos sexuales y una amenaza de muerte, además de la existencia de un grupo que comparte fotografías íntimas de alumnas”.
La pregunta es una: “¿qué clase de formación reciben los futuros abogados en una escuela como ‘Juris’, donde el acoso, el abuso y la violencia sexuales constituyen una actividad cotidiana?”
Lo dicho: “Juris”, así en diminutivo, se hace más pequeña cada vez.
La historia, sin embargo, generosa, les dio otra oportunidad para empequeñecerse aún más