Milenio Laguna

Entre gorditas y mezcales

- JAIME MUÑOZ VARGAS

Al cuarto para las doce me colé aun viajecolec­tivo cuyo itinerario era Du rango capital y Nombre de Dios, pequeña ciudad del estado alacranero. El tour había sido organizado por el área de desarrollo educativo de la Ibero Torreón a cargo de Alma Rosa Ríos y Gerardo Carrillo, quienes de inmediato me dieron la bienvenida.

Desahogado el pendiente del desayuno, tocamos el primer punto turístico: la Hacienda Ferrería de las Flores, una hermosa caso na construida en 1855 que tras pasar por varios dueño sal o largo de casi un siglo y medio fue adquirida hace poco por el gobierno de Du rango. Sus habitacion­esson ahora albergue de moblaje antiguo y salas de ex posiciones; impresiona allí una cúpula en telaraña que además, creo, de frenar el agua de lluvia produce en los días soleados, como el que nos tocó, una atmósfera sombría, medio fantasmal. Se trata de un lugar ciertament­e bello, aunque todavía siento algo incompleta su museografí­a. Terminada esa visita, pasamos al viejo oeste, un espacio creado por las autoridade­s de turismo para recordar que Durango fuese de de innumerabl­esfilmacio­nes del género western. JohnW ay ne, máximo icono de la modalidad, trabajó muchas de sus cintas sobre setsmont adosen Du rango, así que no está mal sacar raja turística a tan relevante pasado.

Tras descansar, al día siguiente fuimos ala mez calera Cuero Viejo ubicada en Nombre de Dios. Fue una experienci­a enriqueced­ora. Gracias aun joven experto mez calero supimos del proceso quede manda esta bebida para llegar al pala dar y luego al alma de sus consumidor­es. Primero nos habló sobre labúsqu edad el aga ve silvestre para luego pasarlo al horno donde transcurre varias horas en cocción; de allí al molino de piedra quema cera y saca los jugos, después a su fermentaci­ón y al final al destilado y al embotellam­iento. En la de gustación pudimos entender el sentido casi ritual que puede tener el consumo demezcal,l oque a muchos nos movió a comprar botellas de diferentes tipos, incluidos los de licor esa fruta dos.

Terminamos el recorrido con gorditas de Nombre de Dios, una verdadera deliciagou­rm et incluso para los paladares laguneros, que mucho sabemos de estos menesteres.Además, varios compramos conservas, como yo unos tornachile­s güeros quede inmediato serán ejecutados en mis desayunos. En suma, un viaje espléndido, me atrevo a decir que inolvidabl­e, tanto que algún día trataré de repetirlo, seguro.

Terminada esa visita, pasamos al viejo oeste

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico