Lado B. “Einstein era uno de mis héroes”, dice Raúl Vera López
Raúl Vera López
Egresado como Ingeniero Químico por la UNAM, el Obispo de Saltillo se declara fan de la música de Silvio Rodríguez, aunque admite que no tiene memorizadas sus canciones; Eduardo Galeano y Mario Benedetti, entre sus autores favoritos
La vocación de servicio del Obispo de Saltillo, Raúl Vera López, viene desde su infancia, pues creció con el campesinado y le tocó ver los cambios sociales que marginaron a diversos sectores de la población.
“Nosotros vivíamos en el último sector de la ciudad de Acámbaro que estaba muy ligado al campo, entre mis vecinos había campesinos y también familias que trabajaban en el ferrocarril”.
Sin embargo, el activista nacido el 21 de junio de 1945 en Acámbaro, Guanajuato, también tiene un lado de científico que pocos conocen y que le ayudó mucho en su formación como sacerdote.
Es egresado de la carrera de Ingeniero Químico por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y desde que empezó a estudiar su visión era convertirse en docente e investigador con el fin de abonar algo para el bien común.
“La iba a ejercer por el bien de la patria, pero vi la necesidad de mover mecanismos más cercanos a la formación de una sociedad mucho más justa. Si me fui de fraile fue pensando en los pobres y en un país ordenado con justicia que le diera vida digna a todos”.
El Obispo de Saltillo se declara fan de la música de Silvio Rodríguez, aunque admite que no tiene memorizadas sus canciones, pero le basta escuchar la letra para identificarlo.
“Lo escucho y lo reconozco. En su tiempo también escuchaba los españoles como Rafael y argentinas como Mercedes Sosa, que tiene un vozarrón”.
En cuanto a literatura, entre sus autores favoritos están los uruguayos Eduardo Galeano y Mario Benedetti.
¿Por qué estudiar para Ingeniero Químico?
Veía en mí una facilidad para las matemáticas y las ciencias positivas. Yo creo que era algo que venía desde mi familia porque fuimos tres químicos y una física.
Sin embargo, había decidido como ingeniero dedicarme a la docencia y la investigación, quería trabajar dentro de la universidad y no en la industria de la transformación, porque desde entonces eran empresas extranjeras que llegaban y engañaban con evasiones fiscales y no contribuyeron al desarrollo del país porque habían importado toda la tecnología.
¿Algún científico que admire?
Por supuesto que Albert Einstein es mi pensador favorito, sobre todo por la innovación que le dio a la ciencia. Era uno de mis héroes pudiera decir.
¿Qué rescata de su carrera como ingeniero para su labor como sacerdote?
El orden mental que me dieron las matemáticas me sirve para leer con lógica un libro teológico u ordenar una predicación.
Pero lo que me quedó muy claro desde que recibí mi formación cristiana en la parroquia universitaria fue el bienestar que podría ofrecerle a la población en general y de hecho hice una tesis que sirviera en la educación y el manejo de la formación de los muchachos en el laboratorio de ingeniería química.
¿De dónde vino esa personalidad crítica que tiene?
Mi papá fue corresponsal de uno de los periódicos nacionales que tenían una muy buena influencia en ese entonces (El Universal) y era un trabajador de oficina que pasó del sector obrero en que entró a trabajar a Ferrocarriles por la preparación que tenía en cuestiones administrativas.
La señora Vera tenía una afición muy loable que era el radio de onda corta en donde escuchaba todos los noticieros en la lengua española que tenían las cadenas extranjeras: Radio Pekín, Radio Moscú, Deutsche Welle y la Voz de América.
Mi mamá tenía un cuadro de la visión del mundo que comentaba sirviéndonos la sopa y el ambiente donde nos formamos nosotros ya era para tener un pensamiento crítico. Hoy las reuniones con mis hermanos es hablar de la situación del país, de América Latina, además de todo lo que se discute en las corrientes políticas.
¿Qué le gusta hacer más allá de su labor como Obispo y activista?
Me encanta la trova porque traslada la poesía a la música. Eso me hace descansar, pero también leo artículos científicos sobre los nuevos hallazgos y me manejo en textos fundamentales de mi formación teológica.
¿Alguna canción o cantante favorito?
Una de mis canciones favoritas es Alfonsina y el Mar, de Mercedes Sosa.
Me gusta porque conocí la vida de Alfonsina Storni y su poesía, ella pensaba mucho en el mar y acabó lanzándose.
Se me enchina el cuerpo porque estando en el Estado de Guerrero conocí a una persona que vivía en la costa que quedó viuda muy joven y sacó adelante a sus hijos. En un momento dado que empezó este ambiente de corrupción, se echaron encima de unas propiedades que le había dejado su esposo y tenía todo en contra, me pidió ayuda y yo decía: ‘con todos estos problemas esta mujer se va suicidar un día’.
“Me encanta la trova, pero también leo artículos científicos sobre los nuevos hallazgos y me manejo en textos fundamentales de mi formación teológica”
“El orden mental que me dieron las matemáticas me sirve para leer con lógica un libro teológico u ordenar una predicación”