Vecindad
La
ciudadanía descansa sobre la figura del vecino y la ciudadanía, al igual que el estado-nación, esunaconstruccióncultural. Serysentirseciudadanoeselresultadodeunproceso cultural en la historia de cada uno y en la colectiva.
El ciudadano se hace, se construye y se configura desde lo legal y político y se traduce en prácticas que pasan por el ámbito político y electoral, y se extiende en todo el entramado social con un prisma de prácticas y comportamientos que tienen su expresión en la esfera de la vida pública hasta los espacios de la vida privada.
Se diseñó en la primera mitad del siglo XIX una serie de estrategias y pedagogías tendientes a introyectar un modelo de sujeto inscrito en el ideario y lenguaje simbólico de la patria. Un sujeto que sería el soporte de la nacionalidad.
Todas las personas que vivimos en un municipio asumimos la condición de vecino o vecina, que implica una serie de derechos y obligaciones respecto al resto del vecindario. Son costumbres y normas que permiten una mejor calidad de vida, basada en la convivencia entre las persones y la cohesión social.
La convivencia vecinal se basa en valores como la solidaridad, el respeto, la responsabilidad mutua y la cooperación. El ejercicio de estos valores favorece el sentido de pertenecer a la comunidad y ser considerado miembro de ella. Son también la base del civismo, conjunto de cualidades (actitudes y comportamientos) que permiten a los ciudadanos y ciudadanas vivir en comunidad, respetando y aceptando reglas del juego de la democracia y los derechos fundamentales. El ejercicio de la convivencia y el civismo corresponde al conjunto de personas que viven en una población, “No puede existir una comunidad sin un sentido y una práctica de la responsabilidad”.
La vida en sociedad comporta una serie de derechos ydeberes. Conocerlosypracticarlosnosayudaráarelacionarnos y convivir con el resto de vecinos y, en definitiva, a mejorar la calidad de vida de todos.
Es muy importante que transmitamos a los niños los hábitos y costumbres de la “buena vecindad”, para garantizar la convivencia de hoy y de mañana. Las madres y padres somos responsables de la formación de nuestros hijos y por eso debemos dar ejemplo y estar atentos a las actitudes y acciones de estos tanto en casa como en los espacios públicos.
Son costumbres y normas que permiten una mejor calidad de vida