La cruda realidad
Tal parece que la realidad de un país está golpeando duramente a nuestro Presidente. Y es que como quien se va de fiesta y al tenor de algunas copas no puede evitar la cruda del día siguiente, al parecer esta “cruda” ya está llegando a la 4T. Y es que cuando se gobierna las cosas no son tan fáciles como se creía. En el 2018 AMLO comprendió el sentir del país, logró descifrarla compleja situación de la sociedad y aprovechándose de los desánimos contra el gobierno en turno, supo
manejar la escala del sentir social y lo tradujo en una victoria apabullante. Pero parece que instalado en el poder no comprende lo que ahora sucede. Es preso de su paranoia, se ha mostrado apático ante la enorme inseguridad que subsiste, no alcanza a entender la terrible situación en torno a desapariciones, asesinatos, atracos y la escala da en la violencia contra las mujeres.
En estos días estamos observando el verdadero accionar de nuestro mandatario, un político intolerante, insensible ante las cruentas situaciones que se le han presentado, evasivo en sus respuestas y peor aún, queriendo resolver los cuestionamientos de los afectados con decálogos improvisados. Acusa a cuanto se le ocurre con tal de no afrontar la ineficiencia de su gobierno, al cual considera progresista y transformacional, pero que con sus propuestas nos está regresando a los años cuarenta. Estamos viendo el rostro de un mandatario que no puede o no quiere entender un movimiento feminista,
Estamos viendo el rostro de un mandatario que no puede o no quiere entender un movimiento feminista
Se incomoda ante los reclamos por la falta de medicamentos que están relacionados directamente con la esperanza de vida de las personas, contra dice las escalofriante s cifras de homicidios diarios o de empleos perdidos. En su accionar todo lo que propone lo termina asociando a bienestar y el bienestar es lo único que no llega, su cansado discurso contra la corrupción y el neo liberalismo o sus su puestos chistes o jocosidades maña ne ras ya no están surtiendo el efecto que él piensa.
Si el presidente desea que ya no existan más manifestaciones o reclamos contra su gobierno, algo en lo que siempre fue experto, deje de simular y actúe. Debe promover una nueva actitud en su accionar, debe reconocerlos problemas en los que se encuentra y el mal estar social que está generando, solo así podrá desarrollar políticas públicas, que garanticen que México lleva un rumbo y no que estamos a merced de un Presidente que no ve más allá de su ego y los comentarios de sus porrist asen las redes sociales.