La anormal nueva normalidad
Oficialmente, ante la declaración de pandemia por el virus COVID -19, el pasado 23 de marzo iniciamos la Jornada Nacional de Sana Distancia, hemos permanecido “resguardados”, trabajando a distancia quienes no tenemos empleos o actividades esenciales; de acuerdo al planteamiento de dicha iniciativa nacional, este lunes primero de junio deberíamos de regresar a las actividades normales, lo que sea que “normal” quiera decir antelasactualescircunstancias.
En la recapitulación de un largo proceso de confinamiento ha sido notorio un gran descontrol en la población derivado de la falta de coordinación de los diferentes niveles de gobierno; hasta hace poco, aún se debatía entre la utilidad del uso obligatorio del cubre bocas y, hasta ahora, hay gente que al ser entrevistada niega la existencia del virus.
Porincreíbleque parezca, todavía estasemanahanexistido protestas de personal médico, a manera de manifestaciones y paros decirculaciónenavenidas,pornocontar con el equipo de protección suficiente y adecuado para atender la contingencia.
A principios de mes de mayo, el gobierno federal declaraba “la luz al final del túnel” y el “aplanado” la curva; en esta semana previa al supuesto fin de la “sana distancia”, la curva de contagios y fallecidos sigue al alza, las proyecciones no son nada halagüeñas. Uno de los modelos predictivos más acertados a nivel mundial, del investigador Youyang Gu, ubica el famoso aplanamiento bastante lejos, hasta julio 21.
Como ya se ha mencionado por diferentes especialistas, el COVID -19 llegó para cambiar nuestro sistema de vida, esa “normalidad” es una nueva realidad a la que habrá que adecuarnos. Atrás deberán quedar severas tonterías como las compras de pánico de papel sanitario, las fiestas de “contagio de rebaño”, eso de que el virus no existe, el mito del robo del líquido de las rodillas, entre otras gemas de la estulticia que han aflorado en esta crisis.
Con un país con la sociedad dividida, entrando en una muy grave crisis económica, que derivará en una crisis social, en la nueva realidad post COVID-19 México requiere del surgimiento de liderazgos que permitan coligar los esfuerzos que nos permitan
_ adaptarnos a esta realidad diferenciada y poder sortear la crisis de mejor manera, a fin poder ofrecer a las nuevas generaciones un futuro. Se ve complicada, pero ésta, ésta es nuestra nueva realidad.
El COVID-19 llegó para cambiar nuestro sistema de vida