Luis Mario Rodríguez Martínez, un lagunero que contribuye en investigaciones sobre el nuevo coronavirus.
“Lo que nosotros estamos haciendo en esta propuesta particularmente con el tema del covid es realizar estudios que nos permitan entender las interacciones de este virus a nivel molecular con las células”
El investigador lagunero radicado en Nuevo León, Luis Mario Rodríguez Martínez, forma parte del equipo de uno de los cinco proyectos seleccionados por el Gobierno de Hidalgo y el Instituto Paul Scherrer de Suiza para estudiar con tecnología sofisticada el comportamiento del SARS-CoV-2, el agente causante de la actual pandemia del covid-19.
En la propuesta denominada Receptor Binding Domain Spike protein SARS-CoV-2 Crystallization Efforts for Structural Biology of Improved Diagnostic and Vaccine Candidates, colaboran 15 científicos de diferentes instituciones, entre ellas el Centro de Biotecnología GenómicaInstituto Politécnico Nacional y el Parque de Investigación e Innovación Tecnológica (PIIT) de Nuevo León.
“Lo que nosotros estamos haciendo en esta propuesta particularmente con el tema del coronavirus es realizar estudios que nos permitan entender las interacciones de este virus a nivel molecular con las células y de esta forma comprender cómo se da el proceso infeccioso”, dice en entrevista para MILENIO.
Explica que en ese sentido cobra relevancia el uso del sincrotrón suizo al que podrán acceder y consiste en un acelerador de partículas que permite estudiar los componentes microscópicos.
“Por otro lado el objetivo es entender cómo el virus interactúa con elementos del sistema inmune que se conocen como anticuerpos, como una forma de generar conocimiento profundo y eventualmente esto resulte en una vacuna, un sistema de diagnóstico e incluso en un tratamiento”.
Mario Rodríguez aclara que el uso de esa tecnología no implica que en un corto plazo haya resultados en esos puntos, pues el diseño de soluciones requiere cumplir muchos estándares que pueden llevar más de una década.
“No va pasar en el corto plazo, pues de entrada cualquier fármaco o tratamiento puede llevar
“Es importante que las generaciones más avanzadas le transmitan el trabajo y sus conocimientos a las generaciones más nuevas”
años e incluso décadas desarrollarse. Históricamente una vacuna toma 10 a 15 años producirse, aunque en algunas ocasiones hay un procedimiento acelerado para cinco o seis años”.
Sin embargo, resalta que lo que se propone en el proyecto significa explorar nuevas alternativas para generar vacunas y que va más allá del método tradicional de cultivar virus e inactivarlos químicamente.
“Es mejor entender qué parte del virus despierta la respuesta inmune y solamente producir con métodos tecnológicos el componente para crear la vacuna usando las tecnologías del
ADN que tienen 50 años de existir y se utilizan en enfermedades crónico-degenerativas”.
El investigador refiere que en el proyecto tiene como una responsabilidad gestionar los recursos y la infraestructura necesaria para su desarrollo, pues aunque obtuvieron la oportunidad de viajar a Suiza a utilizar tecnología avanzada todavía falta una parte del proceso.
“El primer paso fue diseñar el proyecto y aplicarlo en varias instancias. Ya nos aprobaron uno y el segundo paso es generar la masa crítica para llegar al sincrotrón. Tenemos que generar cristales que es una forma ultrapurificada de partículas de segmentos virtuales de las proteínas spike, son caminos largos que tardan meses y en casos muy negativos dos o tres años”.
Rodríguez Martínez asegura que el proyecto cuenta con el respaldo de figuras relevantes como Mario Alberto Rodríguez Pérez, quien está en el nivel más alto del Sistema Nacional de Investigadores del CONACYT y el Premio Nacional de Ciencias 2019, Hugo Alberto Barrera Saldaña.
“Es kafkiano no invertir más en ciencia”
Luis Mario Rodríguez es miembro del Sistema Nacional de Investigadores y en los últimos años ha buscado promover en el país el desarrollo de innovación y emprendimiento basado en alta tecnología, por lo que considera que ahora más que nunca haya una inversión mayor en el rubro.
“La lección que puedo tomar de esto es que se requiere, urge y es prioritario invertir en ciencia. Es absurdo y kafkiano no hacerlo, no hay que disminuir o buscar como quitar apoyos o becas, hay que dar 10 o 20 veces más”.
Opina que la construcción de hospitales y centros médicos es importante, sin embargo resultan un curita para un mal mayor que podría resolverse al apostarle a la innovación científica que permita tener diagnósticos y tratamientos más avanzados.
“Se requiere tomar lo bueno y mejorarlo, ya tenemos cosas interesantes como el CONACYT y hay que darle herramientas a estas vocaciones jóvenes o consolidadas para que puedan trabajar y generar beneficios para la sociedad con una agenda estratégica”.
Afirma que el talento y potencial mexicano está probado con proyectos como en el que participa para estudiar el nuevo coronavirus, pues lo consideraron instancias internacionales.
¿Qué permite el sincrotrón?
Según el portal del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN, la llamada radiación sincrotrón o luz sincrotrón es un tipo de luz emitida por electrones, contención._ u otras partículas con carga, que viajan a velocidades cercanas a la de la luz (300 mil k/ segundo), con muy alta energía y que giran dentro en un anillo de