Pymes con pago por adelantado
El
factoraje permite adelantar hasta 90% de las facturas por cobrar, lo que da liquidez a los negocios para operar. “Disponer de forma anticipada las cuentas por cobrar puede ser el oxígeno de las empresas”, me dijo Pilar Turanzas, presidenta de la Asociación Mexicana de Factoraje Financiero y Actividades Similares (Amefac).
La liquidez es una de las más grandes preocupaciones de las empresas, sobre todo las pequeñas y medianas. Tener dinero a la mano permite enfrentar los desafíos inmediatos. Según la Asociación de Emprendedores de México (ASEM), 35% de los emprendedores cierran sus puertas por la falta de recursos económicos. De las empresas que no cierran, pero sufren la falta de efectivo, muchas tienen que bajar sus costos laborales, inventarios o pedir financiamiento. Dentro de esta última opción, el factoraje no es muy popular, en parte, me dijo Patricia, porque “se tiene la percepción de que es solo para las grandes empresas, pero en realidad está abierto para las más pequeñas, las medianas o las grandes”. Este es uno de los retos para la Amefac, integrada por 16 asociados, 15 bancos y una Sofom.
El espacio de crecimiento es enorme. México es el tercer país de América Latina, después de Chile y Brasil, con mayor volumen de capital colocado por factoraje, según la Asociación Latinoamericana de Factoring (Felafac). Pero la Amefac, que opera 90% del factoraje que se realiza en México, da apoyo a 400 empresas y 17 mil proveedores. En el país hay más de 5.5 millones de unidades económicas y para la mayoría el factoraje todavía no es una herramienta común.
Al cierre del segundo trimestre del año, en México se habían financiado 263 mil 868 millones de pesos en factoraje. La Amefac espera que 2022 cierre con un monto igual al del año pasado: 546 mil 213 millones de pesos. Esta cifra sería mayor a la de 2021, pero menor a los más de 600 mil millones de pesos colocados en 2019.
“Vemos una oportunidad a mediano y largo plazos, el nearshoring lo dará, porque más empresas vienen a instalarse y ven un negocio potencial en el país”, asegura Patricia.
El factoraje no será la solución a los dolores de todos los negocios mexicanos, pero sí necesitamos voltear a ver la opción, conocerla, compararla y ver cómo activar el ciclo económico de los negocios, sobre todo en un contexto de alta inflación, bajo crecimiento, incertidumbre y cadenas de suministro interrumpidas.
La liquidez es una de las grandes preocupaciones de las empresas, sobre todo de las pequeñas