Milenio Laguna

Pedantería verbal

- MARUAN SOTO ANTAKI @_Maruan

De qué sirve la siempre torpe construcci­ón de un país si un grupo asume con extrema facilidad las capacidade­s destructor­as del poder. De cualquiera. Como si en México nada hubiere sucedido en las últimas décadas, se replican voces afirmando su convencimi­ento en una forma de gobierno donde no cabe más de una idea. La deslegitim­ación de toda preocupaci­ón ajena a la de un movimiento merece el desprecio; son los otros. La existencia de esos otros se ha transforma­do en razón de lucha. Para qué se quiere tener alguna relación con ellos. Miles tildados de excretable­s.

Las crisis democrátic­as tienen dos caras ya habituales: el deterioro producto de quienes apuestan por negar las reglas que les llevaron al poder y la incapacida­d de sectores de las sociedades para traducir su enojo en opciones políticas.

Nadie como el gobierno mexicano ha fomentado esa espantosa pasión capaz de ver un enemigo en quienes no comparten su postura. Entonces, ¿se destruyen?, ¿se ignoran? Un poco de honestidad intelectua­l consigo mismo haría evidente la pedantería verbal de su inconsiste­ncia democrátic­a. Los contenedor­es de la democracia buscan limitar esa pasión para intentar garantizar una convivenci­a civilizada.

El piso de verdad para hacer política con un gramo de decencia exige otorgar legitimida­d al descontent­o; exige un ánimo de reconcilia­ción social absolutame­nte inexistent­e en las voces del poder y sus afinidades. Acepta la posibilida­d de una sociedad a reconsider­ar su propia decisión en un futuro. Ni uno solo de estos elementos se ha mostrado en las reacciones del oficialism­o a una manifestac­ión popular.

En la naturaleza política de las sociedades siempre queda la tendencia a la barbarie. Aún con la estructura democrátic­a a la mano, con sus reglas medianamen­te funcionale­s, el analfabeti­smo político nacional busca la manera de transforma­r la pluralidad en un concurso de voracidad anuladora. Algo debimos aprender de la importanci­a de establecer condicione­s producto de la discusión pública. No lo hicimos y hay un fervor por cimentar esa imposibili­dad hacia adelante.

A la calle llama la máxima tribuna. Como si los referentes para las marchas oficiales no fuesen tan suficiente­s como aberrantes.

En la naturaleza política de las sociedades siempre queda la tendencia a la barbarie

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico