Cristiano, único e irrepetible
Mundial. El estelar delantero de Portugal se convirtió en el primer jugador en la historia que ha anotado en cinco Copas del Mundo diferentes
Amado y odiado. La luz y la sombra, justo en la semana que Cristiano Ronaldo fue desterrado de Old Trafford, el delantero portugués se presentó en Qatar y dio una muestra de lo que es: una bestia de hacer goles.
No hay en la historia del futbol alguien capaz de presumir que ha marcado anotaciones en las cinco Copas del Mundo que ha jugado, solo él. Sí, Cristiano es una bestia del área. A los 37 años sus ojos denotan la ilusión que le produce escuchar su himno, las lágrimas recorren su rostro, quizá sea el último Mundial que juegue y se dejará la piel en llevar a Portugal a la gloria.
Su selección es el oasis en el que se refugia. Hace algunos años era el futbolista más codiciado, el que decía que le tenían envidia por ser rico, guapo y un gran jugador, pero el tiempo no perdona a los futbolistas, es ley de vida que llegará el momento del retiro, aunque él ha hecho más que lo humanamente posible para mantenerse en la élite.
Gladiador
Para Portugal, contar con Cristiano supone esperanza, porque en su tierra también divide opiniones, pero mucha gente de su país deposita su fe en él cuando viste la camiseta nacional.
Nadie en el mundo debe dudar de su compromiso con su país, de ese gen competitivo y ganador que
JUGADOR
C. Ronaldo
Cristiano Ronaldo en el partido de ayer contra Ghana,de los cuales, solo dos tuvieron dirección a portería. le lleva a reclamar airadamente cuando la pelota no pasa por sus pies, se siente una especie de Superman y cree que puede marcar goles a destajo, esos años ya pasaron, pero su mentalidad triunfadora no tiene fecha de caducidad.
Durante una década protagonizó el eterno debate de si era mejor que Messi, lo cierto es que ambos se hicieron mejores a sí mismo. Sí, Cristiano no posee un talento natural como el del argentino, Ronaldo trabajó el suyo, tuvo la perseverancia como sello natural y fue mérito propio convertirse en uno de los mejores jugadores de la historia, lo que ha ganado es por esfuerzo, convicción y determinación.
De Frankfurt a Doha
El romance de Cristiano con la Copa del Mundo inició en Alemania 2006, su primera víctima fue Irán, en la Arena Commerzbank, 48 mil personas lo vieron cobrar un penal con el que doblegó al portero Ebrahim Mirzapour. Era un talento en desarrollo que ya avisaba del temperamento que tenía.
Y en Sudáfrica también se le vio festejar, ahora fue Corea del Norte el que sufrió su instinto goleador. En Brasil también pudieron ver su talento ya en pleno apogeo y convertido en una estrella mundial.
En Rusia dio su mayor exhibición en un Mundial y fue precisamente España su víctima, la selección del país donde se encumbró como figura mundial.
A David De Gea le marcó un hattrick en el Fisht Stadium. Y también Marruecos se sumó a su lista de víctimas.
Y ayer, cuando Portugal necesitaba un acto de fe para creer que en Qatar puede ser protagonista, Cristiano fue, una vez más, luz en las tinieblas. Abrió el marcador con un penal que generó el júbilo en la parroquia portuguesa y en millones de sus feligreses.
Cristiano llora, anota y celebra, su legado será eterno, dichosos los que le hemos visto.