Busca EU una nueva sentencia a zetas por asesinar a agente
Reponen juicio a 2 sicarios por matar al oficial migratorio Jaime Zapata, pero sin insistir en que las armas provinieron de RápidoyFurioso
Ha pasado más de una década desde el asesinato del agente especial de Estados Unidos Jaime Zapata, quien murió en México durante una emboscada de LosZetas, presuntamente con armas del operativo Rápido y Furioso. A los responsables del crimen se les invalidó la sentencia o ya se encuentran en libertad.
MILENIO obtuvo decenas de documentos de agencias de gobierno y del Buró de Prisiones de Estados Unidos, los cuales revelan que a los autores intelectuales del crimen, José Emanuel García Sota, ElZafado, y Jesús Iván Quezada Piña, Loco, les fue anulada su sentencia de cadena perpetua recibida en 2017.
El reporte de la Corte de Apelaciones señala que el conflicto vino luego de que los jueces confirmaron que se les procesó por el
“asesinato de un oficial o empleado de EU”, sin embargo, el tribunal confirmó que este delito no se aplicaba extraterritorialmente, según la ley estadunidense.
Por ello, ordenó que fueran juzgados nuevamente con los delitos que sí tenían jurisdicción en ese país. MILENIO encontró que apenas el 22 de noviembre pasado se determinó que en 60 días se fijará la nueva fecha para la sentencia. Después de una larga pausa, tendrá fin el entramado legal que ha dejado a la familia del agente en busca de justicia.
Ahora procesarán a LosZetas por usar un arma de fuego mientras se comete un delito de violencia y por el asesinato de una persona protegida por el derecho internacional. No obstante, omitirán insistir en que las armas provienen de RápidoyFurioso.
La familia, la defensa y un congresista han acusado que los criminales forman parte de la red de traficantes a los que se les permitió el ingreso de esas armas como parte de dicho operativo. Además, cuatro detenidos ya están en libertad e incluso han terminado de cumplir la libertad condicional. Hoy, son libres.
Jaime Zapata murió cuando fue emboscado por el cártel de LosZetas en San Luis Potosí en 2011 cuando se dirigía a Ciudad de México como parte de una misión para la Agencia de Migración (ICE) junto con su compañero Víctor Ávila.
Las investigaciones en EU señalan que fueron emboscados cuando miembros del escuadrón asesino llamado Las Estacas, de LosZetas, tenían como misión robar vehículos para el cártel.
Escuadrón mortal
La tarde del 15 de febrero de 2011, García Sota y Quezada Piña se encontraban entre un grupo de miembros de dicho cártel que dispararon contra un vehículo blindado Chevrolet Suburban, con matrícula diplomática, el cual era conducido por los agentes especiales Jaime Zapata y Víctor Ávila, en una autopista al sur de San Luis Potosí.
En la emboscada, los delincuentes dispararon al vehículo con pistolas y armas semiautomáticas, incluyendo rifles de asalto AK-47 y AR-15. El agente especial Zapata, en ese entonces de 32 años, falleció a tiros, mientras que su compañero, de 38 años, fue herido. Los investigadores encontraron unos 90 casquillos de bala en la escena.
La versión de EU sobre estos hechos, fue que los agentes se encontraban en México “para proteger y servir a nuestro país cuando fueron emboscados por estos despiadados criminales”.
En 2016, ambos fueron extraditados por el gobierno de México y presentados en una Corte de Washington para enfrentar un juicio por cuatro cargos.
Un año después, el 27 de julio del 2017, fueron encontrados culpables en la corte de Distrito de Columbia. En ese entonces las acusaciones fueron, entre otras: asesinato de un oficial o empleado de EU, intento de asesinato de una persona protegida internacionalmente, además de utilizar y disparar un arma en un hecho de violencia causando la muerte.
Michael E. Horowitz, inspector general del Departamento de
Justicia, compareció el 9 de marzo de 2017 ante la Cámara de Representantes, donde reconoció que el rastro de dos armas utilizadas en este ataque llegó a Texas, donde fueron compradas por Otilio Osorio y Robert Riendfliesh.
Reveló que los nombres de estos personajes aparecían en investigaciones oficiales sobre tráfico de drogas, justo antes de la agresión en México, y que, incluso, habían detectado una transferencia de 40 armas de fuego, 37 con números de serie borrados.
“Determinamos que la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (AFT) retrasó sus investigaciones y detenciones de Osorio y Morrison por razones que carecían de justificación”.
Otilio Osorio después aceptó que en al menos 12 armas habían eliminado los números de serie del importador o fabricante. Después los transfirió a un informante que trabajaba para la ATF.
Para la madre y los abogados del agente asesinado, éstas llegaron a los criminales, luego de entrar a México como parte del operativo RápidoyFurioso.