Milenio Laguna

Xóchitl ficha a Beltrones, Malova y Aureoles para movilizar el voto

Pacta también con ex gobernador­es Joaquín Coldwell, Ramírez Acuña y Miguel Márquez con el argumento de que “han ganado elecciones”, según el equipo de la aspirante, que ayer estuvo en NY

- ISRAEL NAVARRO ALFREDO SAN JUAN

Su mente ingenieril está procesando todo el día caminos para intentar ganar la elección presidenci­al, por eso a su equipo no le sorprende que de preparar una pizza de frijoles con salami pase a decirles “¿saben qué?, tiene que ser Germán (Martínez) el que dé la batalla en el INE, lo quiero de representa­nte. Hablen con él y luego con los partidos”.

De pronto se va y regresa: “Si no, yo hablo con él (Germán Martínez), con Marko (Cortés), Alito ( Moreno) y (Jesús) Zambrano, pero sí, debe ser él”. A lo que su equipo asiente como si se tratara de una revelación divina o de pragmatism­o riguroso.

Por ello, no extraña que en las últimas semanas Xóchitl Gálvez haya tejido acuerdos con los ex gobernador­es de Sinaloa, Mario López Valdez, Malova; Sonora, Manlio Fabio Beltrones; Quintana Roo, Pedro Joaquín Coldwell; Jalisco, Francisco Ramírez Acuña; Guanajuato, Miguel Márquez Márquez, y Michoacán, Silvano Aureoles.

Los pactos con ex mandatario­s de PRI, PAN y PRD se dieron mientras vibraba en la opinión pública un debate sobre la inclusión en las listas de plurinomin­ales de figuras tradiciona­les de la clase política en detrimento de espacios para liderazgos de la sociedad civil.

En sus casi 60 días de precampaña, donde visitó 28 entidades, aprovechó el tiempo para acercarse a operadores políticos que “ya han ganado elecciones”. Y lo sigue haciendo.

“Agenda privada”

En su gira por Sinaloa, a pesar de las negativas o refunfuños de Alejandro Moreno y Marko Cortés, Gálvez se reunió con López Valdez, quien pertenece a esa primera generación de alianzas entre PAN y PRD.

En 2010, Malova, junto con Rafael Moreno Valle, en Puebla, y Gabino Cué, en Oaxaca, rompieron las rachas de gobiernos priistas en sus entidades. A esa camada pertenece la aspirante presidenci­al, que no tuvo el mismo éxito en Hidalgo ante la aplanadora del Grupo Pachuca.

Por ello, el pasado 8 de enero, como parte de su “agenda privada”, según su equipo, dispuso de un espacio para desayunar con el ex mandatario y su esposa, Alma Sofía Carlón, con el fin de pedirle “hacer labor de tierra” en Sinaloa.

El también dueño de la Ferretería Malova tiene buena imagen con ciertos sectores de la entidad; cuando lo ven en Los Mochis, sus paisanos lo saludan, le piden fotos y hasta “una ayuda les da”.

En Sonora, Gálvez palomeó la aspiración al Senado de Manlio Fabio Beltrones, quien de inmediato reactivó sus redes y recordó sus campañas para gobernador,

Migrantes “quieren volver a casa, pero no lo hacen por falta de oportunida­des”

senador y diputado.

La aspirante presidenci­al reconoce que si alguien puede arrebatarl­e la “Tierra de los caudillos” a Morena es este par: el estratega priista y su ex compañera de bancada, la hoy panista Lilly Téllez.

La influencia de Beltrones data de hace más de 30 años, pero su poder se consolidó con la llegada de la oposición al gobierno federal, como lo dejó claro a los ex presidente Vicente Fox y Felipe Calderón, que tenían que negociar directamen­te con él.

En Quintana Roo, Gálvez tuvo acercamien­tos con el último

dirigente priista que ganó unas elecciones presidenci­ales, Pedro Joaquín Coldwell, quien supo operar la estructura tricolor para arrastrar el voto a favor de Enrique Peña Nieto.

Proclive al PAN y al PRD

Gálvez no solo ha coqueteado con priistas, también con panistas y perredista­s. Con los primeros avaló la inclusión en las listas al Senado de Francisco Ramírez Acuña, primer secretario de Gobernació­n de Felipe Calderón y ex gobernador del quinto padrón más grande del país: Jalisco.

Este personaje adquiere importanci­a por la reciente división del voto de MC derivada de la fractura entre su líder nacional, Dante Delgado, y el gobernador Enrique Alfaro, que puede ser capitaliza­da por la alianza Fuerza y Corazón por México.

En Guanajuato, Gálvez cobijó al oriundo de Purísima del Rincón, Miguel Márquez, quien tras unos años sabáticos regresó a los reflectore­s para operar en una de las entidades más “calientes” del sexenio; además, goza de una buena opinión en una amplia base de seguidores guanajuate­nses que podrían ser el fiel de la balanza en los comicios de 2024. Por su parte, Silvano Aureoles quiere ser aprovechad­o por Gálvez para tejer fino en Michoacán, donde el crimen organizado y las autodefens­as han mostrado su poderío. Luego de salirse de las mesas del proyecto de nación, la panista lo convenció de regresar y recorrer su estado para tratar de granjearse “el voto del miedo”. Gálvez no solo se siente cómoda en el templete, las caminatas y los recorridos a pie; también está explotando una faceta negociador­a con pesos pesados que, de tener éxito en las urnas, le servirán como colaborado­res con experienci­a de gobierno.

Habla con paisanos

De gira por Nueva York, la aspirante opositora aseguró que la violencia que vive México impacta también a los paisanos en EU.

Al visitarla la New York City Terminal Produce Market, donde recorrió sus pasillos para platicar con connaciona­les, dijo que “quieren volver a casa”, pero no lo hacen por la falta de oportunida­des laborales y por la presencia del crimen organizado.

En su primer día de actividade­s en ese país, Gálvez se reunió con autoridade­s de esta central de abastos que abastece de alimentos a más de 60 por ciento de los neoyorquin­os.

Entre sus 6 mil puestos de trabajos directos y 8 mil indirectos, sumados a los generados por las cadenas de consumo, se estima que 70 por ciento de los empleados son mexicanos.

En el lugar, trabajador­es provenient­es de Guerrero, Puebla, Michoacán y Guanajuato le expresaron su preocupaci­ón por la violencia en México, lo que los obliga a retrasar su retorno.

—¿Cuál es tu sueño? —cuestionó Gálvez.

—Hacer lo que tenga que hacer, irme y ya no regresar a Estados Unidos.

—¿Quieres regresar a México —insistió.

— Sí, seguro.

Tras su recorrido, la abanderada opositora se reunió con el Consejo Directivo de TheNew YorkTimes, a cuyas instalacio­nes arribó en bicicleta.

En sus redes sociales también publicó un video en el que reiteró que el presidente Andrés Manuel López Obrador debe denunciar las presuntas “difamacion­es” en su contra, pues, de no hacerlo, “el respeto y el honor de la patria están en juego”.

“Ayer le pedí y hoy le insisto: presente ya una demanda por difamación en los tribunales de EU. Su gobierno ha demandado exitosamen­te a los fabricante­s de armas en este país; recurra a ese mismo equipo de abogados para presentar una demanda. Limpie su nombre y el de México”, exigió a López Obrador.

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