Transformación positiva
Losconflictos no pueden eliminarse. Sí pueden transformarse. Se puede optar por la vía de la violencia como respuesta al conflicto. También se puede optar por elegir una salida positiva y no violenta.
Esta opción se puede reflejar en la vida diaria. Para ello se requiere practicar un cambio de perspectiva con el objetivo de mejorar la calidad de vida.
Mantener la calma. En momentos de conflicto, es esencial mantener la calma y gobernar las emociones. Los ataques verbales no ayudarán a resolver la situación.
Escuchar activamente. Prestar atención a lo que la otra persona está diciendo. Mostrar interés genuino en entender su perspectiva. Ser empático con los sentimientos de alguien no implica estar de acuerdo.
Elegir las palabras cuidadosamente. Utilizar un tono respetuoso y optar por palabras que no ataquen ni descalifiquen a la otra persona. Expresar pensamientos y sentimientos de manera clara y honesta.
Controlar el lenguaje no verbal. Mantener un lenguaje corporal abierto y relajado. Con contacto visual adecuado para transmitir tu interés y sinceridad.
Buscar puntos en común. En un conflicto las diferencias suelen estar claras.
Lo difícil es encontrar puntos de conexión, identificar áreas de acuerdo y trabajar en equipo. Esto ayudará a crear un ambiente de colaboración y apertura.
Proponer soluciones. Trabajar en conjunto para encontrar una solución que satisfaga las necesidades de ambas partes. Lo que requiere ser flexible y estar dispuesto a comprometerse si es necesario.
La transformación positiva de los conflictos requiere práctica y paciencia. En tiempos de conflictividad violenta, estos pequeños gestos se convierten en actos contraculturales. Y por eso mismo, difícil de realizar.
Es muy importante no perder de vista el objetivo por el que se realiza este esfuerzo: vivir una vida menos violencia, fortalecer las relaciones con los demás y con el planeta, y construir un entorno más armonioso.
En momentos de conflicto, es esencial mantener la calma y gobernar las emociones