Elamor notienereceta
EL POZO DE LOS DESEOS REPRIMIDOS
Hoy es un día importante para todos los que amamos las telenovelas mexicanas. Esta noche volveremos a ver una historia original, una historia original escrita por mexicanos, para mexicanos y de México para el mundo.
Se llama Elamornotienereceta y es increíblemente buena, hermosa y poderosa.
Se lo voy a preguntar tal cual: ¿Qué tienen en común muchas de las más memorables telenovelas latinoamericanas de todos los tiempos como Simplemente María, Colorina y Vivirunpoco?
Que el punto de partida es la maternidad. Son historias de amor, sí, pero más que eso son historias de madres de familia que luchan por recuperar a sus hijos, por protegerlos, por darles todo su amor.
Y son así porque así son las mamás latinas, las mamás mexicanas, porque así son las mamás que miran Las Estrellas.
Elamornotienereceta apela exactamente a lo mismo. Cuando usted mire todo el amor de esa figura materna protagónica quedará tan cautivado como yo.
Si usted pensaba que Juan Osorio estaba en una cruzada por devolverle la dignidad a las telenovelas de la noche tal y como quedó demostrado el año pasado con Elamorinvencible era porque no había visto esto.
Aquí no solo está poniendo sobre la mesa toda su experiencia, todos sus contactos y todos sus recursos. Está poniendo el alma. Está poniendo una historia original.
Por favor no me malinterprete. No es que otros grandes productores como Rosy Ocampo y Carla Estrada no le hayan ofrecido contenidos nuevos a las multitudes en los últimos años ni que una telenovela sea superior o inferior a otra.
Es que esto tiene un componente emocional muy bonito. Cuando usted lo mire, lo comprenderá.
Cada escena está bordada por el talento excepcional de Edgar Morales y Bonnie Cartas, los mejores directores de telenovelas que tenemos en México.
Le juro que esto es un viaje suculento por muchísimas ideas, por muchísimas emociones. A mí, me tocó el alma.
Luche con todas sus fuerzas por ver el estreno de Elamorno tienereceta a las 20:30 por Las Estrellas. Le va a gustar. De veras que sí.