Lo que las candidatas callan, Rogelio dice

Elgobierno no tiene dinero. Se multiplican los atrasos de dependencias gubernamentales con proveedores, hasta de las obras más importantes; los ambiciosos planes del Presidente para la salud no tienen los recursos para llevarlos a cabo, las promesas de aumentos en programas sociales, los compromisos con las pensiones… en fin.

Hace rato que las cuentas no salen. Desde que llegó a la secretaría de Hacienda,

y después de la pandemia, el titular de esa dependencia lo vio. Los aumentos en tasas de interés, no solo en México, el lento y atorado, aunque mejor de lo que parecía, despegue de la economía mundial no ayuda al crecimiento del país tan dependiente del exterior.

Hace dos años, en la Convención Bancaria, entrevisté al secretario de Hacienda. Me contó de sus preocupaciones, que tenían que ver con lo que he escrito en el párrafo anterior. Y le pregunté entonces que, si ese escenario se daba, dónde podría cortar aún más gasto o cuánto se tendría que cortar.

“Lo que tenemos que hacer es explorar nuevas bolsas, donde hay mucho dinero todavía”, me respondió.

Lo que está pasando en la reforma de las Afores, para utilizar los recursos no reclamados, es una de las bolsas que el secretario encontró, aunque sabemos de otras antes y de algunas aún más grandes que intentó usarlas y se dio cuenta de que era imposible.

Porque no hay dinero. Basta ver los precriterios de Hacienda para el año próximo y el tamaño de recorte al gasto que implica esa propuesta. Dice el secretario ahora que no hay problema porque las megaobras (aeropuertos, refinería, tren) estarán terminadas.

Pero, ¿qué nueva presidenta quiere arrancar su sexenio sin dinero? ¿Qué hacemos con las promesas de nuevos trenes, tarjetas de salud que todo lo pagan, más programas sociales para otras edades o grupos?

Tal vez por eso la candidata Sheinbaum le dijo a Salvador Camarena que le gustaría que el hoy secretario de Hacienda se quedara en su sexenio en caso de ganar. Algo así como a ver cómo arreglas tú ese lío en el que estaremos.

Entiendo que nadie gana votos anunciando una reforma fiscal. Y menos si, para como están las cosas en términos de servicios provistos por el gobierno, se anuncia, para utilizar la frase del presidente López Obrador, que pasará de la austeridad republicana a la pobreza franciscana.

Pero, de varias maneras, Ramírez de la O lo ha dejado claro: no hay dinero. ¿Qué hará quien gane la Presidencia?