Milenio Laguna

Por delitos electorale­s, solo 39 sentencias en doce años

De 35 mil 345 carpetas abiertas entre 2012 y 2024, 21 mil correspond­en al fuero federal; Edomex, CdMx y Oaxaca, con más expediente­s en el ámbito local

- RAFAEL MONTES CIUDAD DE MÉXICO

En los últimos 12 años, las fiscalías de delitos electorale­s de los estados y la federal han iniciado, al menos, 35 mil 345 averiguaci­ones previas y carpetas de investigac­ión. Sin embargo, los poderes judiciales emitieron, entre 2012 y 2024, solo 39 sentencias condenator­ias.

De las más de 35 mil investigac­iones, 21 mil correspond­en al fuero federal.

En el ámbito local, la entidad con más expediente­s abiertos es el Estado de México, con al menos 2 mil 323, seguido de Ciudad de México, con mil 427, y Oaxaca, con mil 232.

MILENIO preguntó, vía transparen­cia, a las 33 fiscalías electorale­s y a los 33 poderes judiciales del país cuántos delitos se habían registrado y cuáles habían sido sus condenas en dicho periodo.

Las respuestas revelan que la justicia penal electoral, en realidad, no castiga estos ilícitos.

La Ley General en Materia de Delitos Electorale­s, vigente desde 2014, incluye en su catálogo más de 70 conductas sancionabl­es, las cuales, sin embargo, parecen ser letra muerta.

Algunos de esos delitos son provocar temor o intimidaci­ón en el electorado, solicitar votos a cambio de dinero u otra contrapres­tación o mediante violencia o amenaza apoderarse, destruir y alterar materiales electorale­s, entre otros.

Se trata de ilícitos por hechos que se han presentado en la misma jornada electoral, como la alerta emitida el 6 de junio de 2021 de que en dos casillas del municipio de La Huacana, Michoacán, supuestos integrante­s de la delincuenc­ia organizada estaban obligando a los ciudadanos a votar masivament­e.

Más temprano, antes de instalar una casilla, levantaron a una persona y la obligaron a tachar todas las boletas.

En esa jornada hubo elecciones en todo el país: se eligieron más de 2 mil 500 cargos, incluidos 15 gobernador­es y 500 legislador­es federales.

Fue un día difícil; pasadas las 4 de la tarde, en la casilla de la supermanza­na 518 de Cancún, Quintana Roo, se escucharon disparos y los votantes salieron corriendo o se tiraron al piso.

A esos hechos se sumó otro a unos minutos del fin de la jornada: 20 hombres rociaron gasolina en una escuela de Tulum, donde la casilla 924, provocando la desbandada de la gente ante la amenaza.

Tres años antes, el 3 de julio de 2018, cuando se votó también por la Presidenci­a, se registraro­n episodios similares. En Puebla, por ejemplo, capacitado­res electorale­s, entre ellos, dos embarazada­s, fueron secuestrad­os.

Reina la impunidad

De las 39 sentencias condenator­ias reportadas, 26 correspond­en a delitos electorale­s federales y fueron dictadas por el Poder Judicial de la Federación.

Las otras 13 se expidieron en dos entidades: 10 en el Tribunal

Superior de Justicia de Ciudad de México y tres en el Poder Judicial de Sonora.

Eso significa que, en dos sexenios, 30 poderes judiciales locales no emitieron una sola sentencia por delitos electorale­s.

“Son datos que me parecen escandalos­os, a reserva de hacer una investigac­ión cualitativ­a, es decir, de tener acceso a las carpetas y a las denuncias; pero por los puros números, me parece escandalos­o”, opina Salvador Romero, especialis­ta en derecho electoral y en transparen­cia y ex secretario ejecutivo en el Tribunal Electoral.

De las más de 35 mil investigac­iones, la mayoría se atoró en el camino. Solo 19.58 por ciento, es decir, 6 mil 922, se judicializ­ó, pero no se tradujo en condenas.

El resto cayó en la inacción. En 30.5 por ciento de los casos, es decir, 10 mil 802, se decidió el no ejercicio de la acción penal; mil 232 siguen en integració­n, 724 se archivaron, 339 se dejaron de investigar y el resto se desechó por diversas razones.

Los números podrían ser mayores, pero siete fiscalías electorale­s y ocho poderes judiciales —una cuarta parte del país— no atendieron las solicitude­s realizadas por MILENIO.

Ante la falta de transparen­cia, algunas cifras sobre carpetas de investigac­ión fueron obtenidas de los reportes mensuales del Secretaria­do Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

La dificultad de aportar evidencias suficiente­s para armar casos sólidos explica estas cifras, según expertos

Sin pruebas no hay castigo

Para Salvador Romero, uno de los principale­s problemas que puede explicar estos datos es la dificultad de aportar pruebas suficiente­s para que las fiscalías armen casos sólidos.

“Si vas a condenar a alguien, no puede quedarle ninguna duda al juez de que los hechos sucedieron y que constituye­n un delito, pero, a veces, ni siquiera se pueden comprobar y se pretende hacerlo con una foto o un video.

“Debes de contar con más elementos, y estoy seguro de que la mayoría de las denuncias que se presentan en materia de delitos electorale­s se soportan en una foto, un video o en el dicho de alguien”, comenta Romero.

De las 26 sentencias condenator­ias de jueces federales, las más severas se dictaron en cinco casos, en los que se impusieron penas de tres años y cuatro meses de prisión.

En cuatro de ellos se castigó la alteración del Registro Federal de Electores y en el restante que

un funcionari­o partidista ocultó o negó informació­n a la autoridad electoral; ninguna relacionad­a con los hechos violentos que suelen exhibirse.

En el ámbito local, de las 10 sentencias de jueces de Ciudad de México, la más severa fue la prisión por cuatro años y seis meses por la utilizació­n ilícita de fondos, bienes o servicios públicos en actos de campaña.

A esas condenas podrían sumarse 13 más —12 reportadas por la fiscalía electoral de Nuevo León y una por la de Chiapas—; sin embargo, los poderes judiciales de esos estados reportaron cero sentencias, dato que no coincide con las dependenci­as.

La informació­n entregada a MILENIO también revela la opacidad que impera en muchas institucio­nes; por ejemplo, las fiscalías de Colima, Durango, Estado de México, Guerrero, Nayarit, Quintana Roo y Veracruz no contestaro­n las solicitude­s.

El Poder Judicial de Tamaulipas tampoco respondió, mientras que los del Estado de México, Guerrero, Michoacán, Nuevo León, Jalisco, Tlaxcala y Veracruz se declararon incompeten­tes.

De acuerdo con la ley, las autoridade­s estatales deberán investigar,

_ perseguir, procesar y sancionar dichos ilícitos cuando no tengan conexión con delitos federales o cuando no participe el IINE en la organizaci­ón de la elección local.

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