Dinosaurios de Transilvania
Brusatte relata de forma divertida lo último en el mundo de los gigantes prehistóricos
Diceel paleontólogo Steve Brusatte: “Lo cierto es que Drácula no es nada comparado con el Barón de los Dinosaurios”. Tan candente provocación es apenas una pizca del manjar que resulta el libro Augeycaídadelosdinosaurios (Debate, 2019), en el que este científico relata de forma divertida y amena lo último en el mundo de los gigantes prehistóricos.
Ahí nos cuenta en un capítulo la historia del barón Franz Nopcsa von Felsö- Szilvás, excavador de huesos de dinosaurio, nacido en 1877 en una familia noble que habitaba las colinas de Transilvania, hoy Rumania. Enamorado de un conde, no Drácula, partió hacia las montañas del sur, la Albania actual, pero como espía del Imperio austrohúngaro en busca de información otomana.
Cazador de fósiles por azar, después del descubrimiento de un cráneo en sus terrenos cuando tenía apenas 18 años, el barón retomó esa afición después de la Gran Guerra, pero pronto notó un detalle en sus hallazgos. Todos eran parte de grupos localizados en otras partes del mundo, como un pico de pato al que llamó Telmatosaurus, y un cuellilargo bautizado Magyarosaurus, pero con una particularidad: todos eran enanos.
Primero pensó que se había topado con fósiles de ejemplares jóvenes, pero cuando los revisó en el microscopio se dio cuenta de que tenían las texturas de los adultos, por lo que solo había una explicación: los dinosaurios de Transilvania eran miniaturas, enanos, porque aquel territorio en el Cretácico era apenas un pequeño conjunto de islas, cuando el planeta ya no era el supercontinente Pangea y empezaba a expandirse.
Brusatte explica la teoría del hábitat insular: “Las islas son como laboratorios de la evolución, donde no funcionan algunas de las reglas normales que rigen en las masas continentales mayores”. Derrotada _ Austria-Hungría en la guerra y Transilvania entregada a Rumania, el barón y su novio perdieron todo, vendieron los fósiles y partieron a Viena, donde el primero durmió con un sedante al segundo y después se pegó un tiro preso de un cuadro depresivo.